Puerto Exterior de San Antonio: licitación internacional avanza y fija ruta a 2036 con primera etapa de 1,5 M TEU
El proyecto Puerto Exterior de San Antonio consolida su avance con hitos administrativos, financiamiento inicial y cronograma definido: recepción de ofertas en enero de 2026, adjudicación en marzo de 2026 e inicio de obras en 2027. La primera operación está prevista para 2036 con una capacidad de alrededor de 1,5 millones de TEU por año, escalable a hasta 6 millones de TEU en plena madurez.
Por qué el Puerto Exterior importa para la macrozona central
El sistema portuario de la macrozona central chilena enfrenta un crecimiento sostenido del comercio exterior y la llegada de naves de mayor eslora. En este contexto, el Puerto Exterior de San Antonio se perfila como la obra de infraestructura marítima más relevante de la década para asegurar competitividad, continuidad operativa y capacidad de atención a las rutas transpacíficas. La iniciativa permitirá descongestionar picos de demanda, reforzar resiliencia ante contingencias y habilitar nuevos servicios directos con Asia y la costa oeste de Norteamérica.
Cronograma: licitación 2025, ofertas en enero 2026 y adjudicación en marzo 2026
Durante 2025 se desarrolla el proceso de licitación internacional de las obras de abrigo. Según la programación sectorial, la recepción de ofertas está fijada para enero de 2026, con adjudicación en marzo de 2026. Posteriormente, el plan establece inicio de obras en 2027 y entrada en operación de la primera etapa en 2036, con un rendimiento inicial estimado de ~1,5 M TEU/año. Estas metas buscan anticiparse a la saturación que se proyecta en la década si no se agregan nuevas capacidades.
Capacidad objetivo: 1,5 M TEU al inicio y hasta 6 M TEU en plena operación
El diseño contempla dos terminales de aproximadamente 1.730 metros cada uno, con frentes de atraque capaces de recibir portacontenedores de hasta 400 m de eslora una vez que la infraestructura alcance su madurez operativa. La proyección global del proyecto estima una capacidad total de hasta 6 millones de TEU anuales, de manera progresiva y según la evolución de la demanda. Este escalamiento es clave para sostener el crecimiento logístico del país y atraer servicios de línea de última generación.
Financiamiento y habilitantes: primeras inyecciones de capital y obras previas
En 2025 se activaron hitos de financiamiento inicial para obras habilitantes, combinando aportes de organismos multilaterales y de la empresa portuaria estatal. Estos recursos se orientan a preparar el terreno técnico y administrativo del proyecto, incluyendo estudios, permisos y paquetes de preparación para las obras mayores. A medida que avance la licitación y se adjudique la construcción de abrigo y accesos, se irán cerrando los componentes de fondeo requeridos para el despliegue completo.
¿Cuánto costará? Rangos de inversión y cómo leerlos
Las estimaciones públicas y sectoriales presentan diferentes rangos de inversión (entre ~US$4.000 millones y ~US$4.450 millones en algunas notas), lo que responde a metodologías y alcances distintos (habilitantes, obras marítimas, superestructura y fases). En ocasiones, cifras parciales pueden referirse a componentes específicos (p. ej., frentes de atraque o molo), mientras que los totales integran etapas y provisiones de largo plazo. Para efectos de planificación pública y privada, el mensaje central es que se trata de una obra de gran escala que demandará un esquema mixto de financiamiento y concesiones.
Disponibilidad operativa: el salto de la ola significativa de 2,5 m
Un estudio técnico conjunto de la empresa portuaria y concesionarios concluyó que es viable operar con altura de ola significativa de 2,5 m en condiciones controladas, lo que puede aumentar la disponibilidad anual y reducir ventanas de cierre por marejadas. Proyecciones internas estiman que la mejora operacional podría acercar la disponibilidad a ~95%, ganando días efectivos de atención y disminuyendo horas de inactividad en escenarios comparables. La futura configuración del Puerto Exterior—con abrigo, calados y equipos de última generación—aspira a institucionalizar esa robustez operativa.
Diseño y operación: dos terminales de 1.730 m y ocho posiciones para naves grandes
El trazado prevé dos terminales de línea con ~1.730 m de muelle cada uno y ocho frentes de atraque en total, dimensionados para atender buques de última generación. La operación considera soluciones de automatización y eficiencia energética, además de un set de equipos STS y RTG/RMG de altas prestaciones. En conjunto, estos elementos permitirán un salto de productividad y de seguridad operacional frente a oleaje, vientos y exigencias de programación naviera.
Conectividad terrestre: ferrocarril, accesos y cadena logística
Para que el beneficio portuario se traduzca en competitividad sistémica, la conectividad terrestre debe acompañar el crecimiento. El plan de inversión pública y privada incluye mejoramientos viales y soluciones ferroviarias para aumentar la participación de tren en el retiro y entrega de contenedores. Con más capacidad ferroviaria y ventanas operativas coordinadas, la cadena puede reducir emisiones, congestión urbana y costos logísticos por unidad movilizada.
Resiliencia y continuidad de servicio: lecciones de marejadas y clima
La experiencia en la bahía ha mostrado limitaciones operativas por marejadas y eventos meteorológicos. El enfoque de ingeniería del Puerto Exterior—molo de abrigo, dársena con calados y layout—busca mitigar cierres, proteger la maniobra y asegurar el trabajo en condiciones más amplias. La combinación de infraestructura y procedimientos operacionales basados en gestión del riesgo ayudará a estabilizar servicios y a honrar windows con las navieras.
Impacto económico: inversión, empleo y encadenamientos
Los efectos multiplicadores abarcan desde la etapa de construcción —con demanda de ingeniería, obras civiles y servicios especializados— hasta la operación, donde proliferan los encadenamientos locales en mantenimiento, tecnología, transporte, inspección, almacenamiento y logística. A mediano plazo, el salto de 1,5 M TEU iniciales a un techo de hasta 6 M TEU habilita más frecuencias, mayor diversidad de servicios y, por tanto, una canasta exportadora más resiliente para pymes y grandes.
Competitividad regional: diálogo con Valparaíso y el litoral
El aumento de escala en San Antonio se articula con la planificación de Valparaíso y otros puertos del litoral, que también empujan mejoras y crecimiento. La complementariedad entre recintos vecinos —en servicios, conectividad y especialización— reduce costos sistémicos y distribuye de forma más eficiente la carga y los riesgos, elevando la competitividad de la macrozona en su conjunto.
Eficiencia operativa actual: señales tempranas del ecosistema
En paralelo a los hitos del proyecto, los terminales concesionados en San Antonio han reportado mejoras en indicadores de productividad durante 2025, un síntoma de coordinación, inversión en equipos y gestión por desempeño. Estos avances ayudan a preparar capacidades para la futura operación del Puerto Exterior y a reforzar la confianza naviera en la bahía.
Sostenibilidad y comunidad: estándares ambientales y participación
El proyecto incorpora enfoques de eficiencia energética, reducción de emisiones y gestión de ruido/iluminación, junto con instancias de diálogo ciudadano y mecanismos de atención a inquietudes. La meta es alinear el crecimiento con estándares ambientales y sociales consistentes con las mejores prácticas internacionales, asegurando que la ampliación del puerto conviva con el entorno urbano y costero.
Riesgos y mitigaciones: qué mirar desde 2025
- Costos y plazos: gestionar contingencias contractuales y macroeconómicas con provisiones y mecanismos de ajuste transparentes.
- Coordinación público-privada: priorizar gobernanza y claridad regulatoria en permisos, concesiones y accesos.
- Conectividad: sincronizar inversiones viales y ferroviarias para evitar cuellos de botella tierra adentro.
- Capital humano: acelerar formación técnica, seguridad y operación de equipos de alta productividad.
- Reglas ambientales: monitoreo permanente de trazabilidad, huella de carbono y medidas de mitigación.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cuándo parte la construcción?
Tras la adjudicación prevista para marzo de 2026, el plan contempla inicio de obras en 2027, con etapas sucesivas hasta la primera operación en 2036.
¿Cuál es la capacidad inicial?
La primera etapa apunta a ~1,5 millones de TEU/año, escalable según demanda y avance de las obras marítimas y de superestructura.
¿Llegarán buques de 400 m?
Sí, el diseño de madurez contempla recibir naves de hasta 400 m de eslora, con equipos y calados acordes al estándar de ultra gran tamaño.
¿Cuál es la inversión total?
Existen rangos estimativos que varían según el alcance incluido; en notas sectoriales y oficiales van desde ~US$4.000 millones a ~US$4.450 millones en escenarios completos y por fases.
Glosario rápido
TEU: contenedor de 20 pies, unidad estándar para medir movimiento portuario.
Obras de abrigo: infraestructura marítima (molo) que protege la dársena del oleaje, mejorando la operatividad.
Disponibilidad operativa: porcentaje de tiempo en que un terminal puede atender naves sin restricciones por clima u otras causas.
Eslora: longitud total de una nave, clave para compatibilidad con frentes de atraque.
Un salto de escala para la próxima década
El Puerto Exterior de San Antonio representa un salto de escala para el comercio exterior chileno. Con un cronograma definido, mejoras operativas en curso y una visión de largo plazo, el proyecto busca blindar la competitividad de la macrozona central y habilitar una logística más segura, eficiente y sostenible. El éxito dependerá de gobernanza, conectividad y capital humano a la altura del desafío.
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