¿Reperfilamiento de rutas? Cómo el “nearshoring” mexicano está redibujando los flujos hacia el Pacífico Sur
El auge del nearshoring en México, impulsado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, está transformando la dinámica logística del continente. Los flujos marítimos y terrestres que antes estaban concentrados en rutas transoceánicas comienzan a reconfigurarse, abriendo una nueva discusión: ¿cómo impacta esto a Chile y al Pacífico Sur?
Nearshoring en México: ¿qué significa realmente?
El nearshoring es la estrategia de trasladar producción y cadenas de suministro más cerca de los mercados de consumo, en este caso Estados Unidos. México, por su ubicación privilegiada y sus tratados comerciales, se ha convertido en epicentro de este fenómeno.
Multinacionales de sectores como automotriz, electrónico y textil han trasladado operaciones desde Asia hacia territorio mexicano, buscando reducir tiempos de entrega y riesgos geopolíticos.
Impacto en las rutas marítimas globales
El aumento de manufactura en México reduce parte de los envíos desde Asia hacia Norteamérica, lo que altera la demanda en rutas transpacíficas. Sin embargo, esto no implica que Asia pierda relevancia. Lo que se está produciendo es un reperfilamiento de rutas, donde nuevos flujos emergen hacia Sudamérica para proveer insumos y abastecer industrias reubicadas en México.
Para el Pacífico Sur, especialmente Chile, esto significa tanto oportunidades como amenazas.
El papel del Pacífico Sur en la nueva geografía logística
Chile, Perú y Colombia, como países con puertos estratégicos en el Pacífico, pueden beneficiarse del nuevo rol de México. El abastecimiento de minerales, agroindustria y energía puede intensificarse si se consolidan corredores logísticos eficientes.
Sin embargo, también existe el riesgo de que las navieras redirijan buques hacia el norte del continente, disminuyendo frecuencias en los puertos del Cono Sur.
Conexiones México–Chile: más allá del TLC
El Tratado de Libre Comercio entre Chile y México ha facilitado las relaciones bilaterales, pero el nearshoring abre una nueva etapa. Chile puede posicionarse como socio estratégico en la provisión de insumos críticos (cobre, litio, frutas, vinos) para industrias instaladas en México.
Además, la Alianza del Pacífico es un marco que puede fortalecer aún más esta interconexión regional.

Competencia con hubs peruanos y colombianos
La instalación del megapuerto de Chancay en Perú y la expansión de Buenaventura en Colombia representan una competencia directa para Chile. Estos hubs podrían captar flujos derivados del nearshoring mexicano gracias a su cercanía geográfica y a inversiones chinas.
Chile debe diferenciarse con servicios de valor agregado: digitalización, sostenibilidad y confiabilidad.
Impactos en las navieras y operadores logísticos
Para las navieras globales, el nearshoring implica reorganizar flotas y rutas. La tendencia es reducir escalas largas y promover corredores regionales más frecuentes. Los operadores logísticos, en tanto, deben invertir en interoperabilidad de sistemas y mayor coordinación multimodal.
Oportunidades para exportadores chilenos
El mercado mexicano, fortalecido por el nearshoring, demandará más insumos que Chile puede ofrecer: cobre refinado para autos eléctricos, frutas frescas para cadenas de retail y litio para baterías.
Para aprovechar estas oportunidades, se requieren acuerdos logísticos que reduzcan costos y tiempos de tránsito hacia México.
Retos pendientes
- Infraestructura: mejorar conectividad ferroviaria hacia puertos chilenos.
- Costos logísticos: reducir sobrecostos que limitan competitividad.
- Regulación: homologar procesos aduaneros entre Chile y México.
- Sostenibilidad: adaptar rutas y operaciones a exigencias ESG de navieras internacionales.
Mirada al 2030
Para 2030, se espera que el nearshoring transforme definitivamente las cadenas de suministro en América. Si Chile aprovecha la coyuntura, puede pasar de ser un receptor pasivo de tendencias globales a convertirse en un nodo activo de integración con México y Asia.
Perspectiva final
El nearshoring mexicano no es una moda pasajera: es un cambio estructural en la forma en que se configuran las rutas del comercio mundial. Para el Pacífico Sur y Chile en particular, representa la oportunidad de reinsertarse en cadenas de valor estratégicas. Aprovecharla dependerá de visión política, inversión en infraestructura y coordinación regional efectiva.

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