Una solución disruptiva que combina urbanismo y eficiencia logística.
En costas con espacio urbano limitado, sensibilidad ambiental y ventanas de inversión ajustadas, los terminales flotantes modulares aparecen como una alternativa real para aumentar capacidad portuaria sin obras extensivas en tierra. Esta innovación combina pontones de alta estabilidad, pasarelas articuladas y sistemas de amarre/energía que permiten operar naves feeder, barcazas o transbordo de contenedores y carga general con menor huella constructiva y tiempos de puesta en marcha sustancialmente más cortos frente a un muelle fijo tradicional.
¿Qué es un terminal flotante y cómo se integra al puerto?
Un terminal flotante es una plataforma modular de gran desplazamiento —conformada por pontones de acero o concreto postensado— que se fondea o se fija a pilotes guía para mantener calado y cota de trabajo constantes respecto de la lámina de agua. La unidad incorpora defensas, bolardos, pasarelas articuladas, grúas livianas o pórticos de menor alcance, suministro eléctrico, iluminación, sistemas de comunicaciones, y eventualmente shore power para naves menores. Su conexión al puerto o al hinterland puede ser por rampa, pasarela peatonal, viela logística segregada, o mediante barcazas que realizan shuttle hacia el muelle principal.
A diferencia de un muelle fijo, la estructura se “acomoda” a mareas y oleaje dentro de los límites de diseño, lo que reduce intervenciones de dragado y permite instalar/retirar módulos de acuerdo con la demanda. Para ciudades densas, esta adaptabilidad evita competir por suelo escaso y disminuye impactos de obra gruesa junto a áreas urbanas.
Ventajas comparativas: tiempo, CAPEX y flexibilidad
- Tiempo de implementación. La construcción en astillero o taller permite desarrollar varios módulos en paralelo y luego realizar un assembly rápido en sitio.
- CAPEX escalable. Se invierte por etapas (módulos), incorporando capacidad a medida que crece la demanda, con mejor alineación a flujos de caja.
- Menor huella constructiva. Se minimizan rellenos y pilotes en zonas sensibles, y se reduce la necesidad de grandes explanadas en primera línea.
- Reubicable. Si cambia la demanda o las condiciones regulatorias, los módulos pueden ser trasladados o vendidos a otra plaza.
- Plataforma de innovación. Facilita pilotos de OPS, equipos eléctricos, automatización de gates livianos y sensores IoT para mantenimiento basado en condición.
Diseño operativo: qué se puede mover y con qué equipos
El alcance típico de un terminal flotante apunta a carga feeder (naves menores), transbordo barcaza–buque, proyectos roll-on/roll-off livianos, contenedor vacío, paquetería y carga fraccionada. Las configuraciones más comunes incluyen pórticos livianos, mobile harbour cranes de menor tonelaje y equipos sobre ruedas (reachstackers). En ambientes abrigados, el rendimiento operativo es comparable al de pequeños muelles fijos; en áreas con oleaje, la envolvente de operación queda definida por estudios de agitación y dinámica de amarre.
Plataforma en operación

La imagen de referencia ilustra un montaje modular con pasarela articulada y defensas cilíndricas. La geometría de atraque, la altura de trabajo y el calado útil se ajustan en el diseño de los pontones y en el fondeo/pilotes guía, lo que habilita transbordos seguros con menores intervenciones en la ribera. Sensores de esfuerzo y acelerometría aportan datos para mantener la operación dentro de la envolvente aprobada.
Comparativo de soluciones: muelle fijo vs. ampliación en tierra vs. terminal flotante
A la hora de evaluar alternativas, no existe una receta única. Depende del régimen de mareas, oleaje, restricciones ambientales, disponibilidad de suelo, curvas de demanda y presupuesto. El comparativo siguiente resume atributos que las ciudades costeras suelen ponderar:
| Atributo | Muelle fijo | Ampliación en tierra | Terminal flotante modular |
|---|---|---|---|
| Tiempo típico de implementación | Medio–largo | Medio | Corto–medio (por etapas) |
| Inversión inicial | Alta | Media–alta | Escalable (por módulos) |
| Requerimientos de suelo | Altos (explanadas) | Altos (rellenos/viales) | Bajos (ribera existente) |
| Flexibilidad ante demanda | Limitada | Media | Alta (agregar/retirar módulos) |
| Reubicabilidad | Nula | Nula | Alta |
| Complejidad de permisos | Alta (obras mayores) | Alta | Media (menor obra civil) |
Permisos, normativa y consideraciones ambientales
Aunque el terminal flotante reduce la obra civil en ribera, requiere tramitación ambiental y marítima, estudios de agitación, batimetría, compatibilidad con corredores biológicos y análisis de riesgos. La valoración de impactos se focaliza en fondeos/pilotes, tráfico adicional, iluminación nocturna, vibraciones, calidad de aguas y planes de emergencia. En materia de residuos y efluentes, las mejores prácticas contemplan segregación y contención sobre la propia plataforma para evitar descargas.
Seguridad y continuidad operacional
La seguridad integra componentes físicos (defensas, barreras, pasarelas con antideslizante y barandas), operacionales (manuales de amarre, límites de viento y ola, operación en modo degradado) y digitales (segmentación OT/IT, autenticación multifactor, backups inmutables, monitoreo de integridad en controladores y radios de contingencia). Los ensayos de table-top con autoridad marítima, terminal terrestre, Aduanas y transportistas reducen tiempos de respuesta ante incidentes.
Modelos de negocio: cuándo tiene sentido para una ciudad costera
Ciudades con frentes portuarios consolidados y escaso suelo para explanadas encuentran en el modelo flotante una forma de absorber picos de demanda, abrir rutas feeder o crear hubs de transbordo/barqueo sin operaciones invasivas en tierra. La posibilidad de reubicar la infraestructura, incluso como activo financiero relocatable, disminuye el riesgo de obsolescencia si la demanda no se materializa al ritmo esperado.
En términos de costos, el OPEX incluye remolque/amarre, inspecciones estructurales, recubrimientos, energía y dotación de seguridad. Con monitoreo IoT y mantenimiento basado en condición, los ciclos de intervención pueden optimizarse, reduciendo indisponibilidades.
Riesgos principales y mitigaciones
- Oleaje y agitación. Diseño por envolventes, rompeolas livianos, pilotes guía y límites operacionales conservadores.
- Conexión a tierra. Pasarelas articuladas y puntos de energía con redundancias, canalización segura y protecciones eléctricas.
- Interferencias con otros usos costeros. Señalización AIS, balizamiento y coordinación con navegación menor y actividades recreativas.
- Ciberseguridad. Segmentación, listas blancas, MFA, registros inmutables y pruebas periódicas de restauración.
- Financiamiento. Contratos escalonados por disponibilidad, con métricas de desempeño (disponibilidad de atraque, tiempos de giro) y seguros apropiados.
Para finalizar
Los terminales flotantes no sustituyen a todos los muelles fijos, pero amplían el menú de soluciones para ciudades costeras que necesitan capacidad adicional con rapidez, flexibilidad y menor huella constructiva. En definitiva, cuando los plazos de obra, las restricciones urbanas y la variabilidad de la demanda pesan más que la máxima productividad por sitio, esta innovación puede acelerar la conexión de la ciudad con su economía marítima sin comprometer el entorno. Para seguir el avance de estos proyectos y de otras tecnologías portuarias, continúa informándote en Mundo Portuario y considera suscribirte para recibir alertas y análisis en tu correo.
Fuentes y referencias
- PIANC – guías técnicas para estructuras flotantes y operaciones en puertos.
- IAPH (International Association of Ports and Harbors) – buenas prácticas de innovación portuaria.
- UNCTAD – tendencias en logística marítima y necesidades de capacidad portuaria.
- Reportes de ingeniería y consultoría sectorial sobre pontones de concreto/acero y terminales modulares.
- Normativas marítimas y ambientales aplicables a fondeos, pilotes guía y seguridad de operaciones.






















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