El hallazgo refuerza controles en plena temporada de envíos frutícolas.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) confirmó la intercepción de un organismo considerado plaga exótica durante una inspección rutinaria realizada en dependencias portuarias de San Antonio. El hallazgo activó de inmediato los protocolos de contención y verificación de laboratorio para resguardar la condición fitosanitaria del país y la continuidad de las cadenas logísticas.
Qué se entiende por plaga exótica y por qué importa en un puerto
En los estándares internacionales de protección fitosanitaria se define como plaga exótica a todo organismo nocivo para plantas o productos vegetales que no se encuentra presente en el país, o que no está ampliamente distribuido, y cuyo ingreso podría generar impactos de relevancia económica o ambiental. Los puertos concentran flujos de mercancías con orígenes diversos y embalajes heterogéneos, por lo que constituyen puntos críticos para la vigilancia y la interceptación de este tipo de riesgos. La detección temprana en la zona primaria permite actuar antes de que un organismo se disperse hacia el territorio, disminuyendo significativamente la probabilidad de establecimiento y los costos asociados a erradicación o control prolongado.
Inspección y hallazgo: activación del protocolo
De acuerdo con el procedimiento operativo estándar, la inspección incluyó revisión visual de la unidad de carga, verificación de sellos, evaluación de embalajes de madera y control dirigido en sectores con mayor probabilidad de refugio de insectos. Tras el hallazgo, se levantó el acta correspondiente y se dispuso la inmovilización preventiva del cargamento, quedando bajo custodia hasta contar con la validación de laboratorio. Esta acción inmediata es un paso central del protocolo: impide movimientos no autorizados que pudieran dispersar el organismo y asegura la conservación de la evidencia requerida para la identificación taxonómica.
Medidas inmediatas: cuarentena, saneamiento y resguardo del área
La autoridad sanitaria estableció una zona de control alrededor del punto de inspección, instruyó medidas de saneamiento y dispuso el manejo seguro de residuos potencialmente contaminados. Dependiendo de la evaluación de riesgo, estas acciones pueden incluir limpieza profunda de superficies, desinsectación del entorno, revisión extendida de unidades cercanas y reforzamiento de barreras físicas. En los casos en que el embalaje de madera no cumple con la Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias NIMF 15, se ordena su tratamiento, reprocesamiento o eliminación, conforme al marco normativo vigente.
Cadena de custodia y confirmación diagnóstica
La muestra recolectada se trasladó bajo cadena de custodia a un laboratorio acreditado del SAG para su identificación. Este proceso se realiza con criterios taxonómicos y, cuando corresponde, con apoyo de biología molecular para confirmar especies de difícil diferenciación morfológica. Mientras se procesa el resultado, el cargamento permanece en condición de cuarentena operativa, con restricciones de movimiento y seguimiento documental en el sistema de gestión. La trazabilidad detallada permite, de ser necesario, ampliar controles a otras partidas asociadas al mismo origen o proveedor.
Coordinación con actores del recinto portuario
La gestión del incidente consideró la coordinación con Aduanas, Autoridad Marítima, administración del terminal y operadores logísticos presentes en el sector. Esta articulación permite ordenar accesos, destinar áreas de revisión extendida, programar ventanas para tratamientos y asegurar que los movimientos internos se realicen bajo controles reforzados. La comunicación oportuna con los equipos de seguridad y con los responsables de patio reduce tiempos de respuesta y facilita la aplicación homogénea de medidas preventivas sin afectar innecesariamente el resto de la operación del puerto.
Implicancias para la logística y la reputación sanitaria
La condición fitosanitaria de Chile es un activo crítico para sus exportaciones agrícolas y forestales, así como para la continuidad de rutas logísticas internacionales. Una plaga exótica no contenida puede cerrar mercados, encarecer seguros y sumar exigencias de tratamiento que afectan la competitividad. Por ello, la vigilancia en puntos de ingreso, la denuncia oportuna de hallazgos y la colaboración público-privada son pilares para sostener la reputación sanitaria del país. La detección en San Antonio se inserta en ese enfoque preventivo, priorizando el control temprano y la verificación técnica por sobre cualquier impacto inmediato en la productividad de la jornada.
Buenas prácticas para importadores: embalajes, limpieza y documentación
Entre las recomendaciones habituales del SAG se encuentra la verificación previa del cumplimiento de NIMF 15 en todos los embalajes de madera, con su marca visible y legible; la limpieza de unidades de transporte y contenedores para evitar presencia de restos vegetales, cortezas o suelos; y la coordinación con proveedores para asegurar procesos de pre-inspección antes del embarque. También se sugiere minimizar luces innecesarias en patios y bodegas cercanas a los puntos de revisión nocturna, utilizar mallas en aberturas y mantener orden en zonas de almacenamiento, reduciendo refugios potenciales para insectos.
Trabajo de laboratorio y posibles medidas según resultado
Una vez emitido el diagnóstico, la autoridad comunica a los responsables del cargamento las medidas definitivas. Si se confirma que el organismo corresponde a una plaga exótica de importancia cuarentenaria, pueden instruirse tratamientos específicos, reprocesos, reembalajes, retorno al origen o, en casos particulares, destrucción supervisada de material. La decisión se basa en matrices de riesgo que consideran la biología de la especie, su capacidad de establecimiento, la vía de ingreso y el eventual impacto en cultivos, bosques o ecosistemas naturales.
Temporadas de mayor riesgo y acciones preventivas complementarias
La estacionalidad en el hemisferio de origen de la carga, los períodos de mayor temperatura en el arribo y la naturaleza del producto transportado influyen en el riesgo. Algunas rutas muestran mayor presencia de organismos asociados a embalajes de madera o a recintos de consolidación cercanos a áreas verdes. Para esos escenarios, las autoridades y los operadores implementan campañas de vigilancia focalizada, refuerzan trampas e inspecciones dirigidas, y sostienen capacitaciones periódicas a personal de patio y de estiba. Estas medidas, combinadas con la trazabilidad documental, constituyen una barrera adicional frente a la posibilidad de ingreso y establecimiento.
Rol de la comunidad logística y canales de reporte
La detección de organismos inusuales puede ocurrir en distintos puntos de la cadena. Por ello, el SAG mantiene canales de reporte para transportistas, operadores de terminal, agentes de aduana y empresas de logística que identifiquen signos de riesgo durante la manipulación o el almacenamiento. La notificación temprana permite desplegar equipos, delimitar áreas, asegurar muestras y activar medidas antes de que la unidad de carga circule hacia centros urbanos o industriales. La colaboración continua de la comunidad portuaria resulta clave para sostener resultados en la vigilancia y para mejorar tiempos de respuesta ante nuevos eventos.
- SAG — Procedimientos de inspección y manejo de intercepciones en zona primaria portuaria (manuales y resoluciones vigentes).
- SAG — Lineamientos sobre embalajes de madera conforme a NIMF 15 y acciones de verificación en puntos de ingreso.
- Estándares internacionales de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) sobre plagas cuarentenarias y medidas de riesgo.
- Material de referencia sobre coordinación interinstitucional en puertos chilenos para control sanitario y trazabilidad.
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