Acceso Norte Puerto San Antonio 2025–2027: mapa y plazos

Obras viales y logística terrestre: cronograma, impacto en flujos de camiones y tiempos de acceso 2025–2027

El acceso norte al Puerto de San Antonio es una obra vial estratégica para descongestionar el casco urbano, reducir tiempos logísticos y habilitar el crecimiento portuario que Chile requiere hacia 2025–2027. Esta guía reúne el mapa del proyecto, sus tramos, cronograma, hitos ambientales y riesgos críticos, además de las obras complementarias que condicionan su éxito.

Por qué el acceso norte es clave para la competitividad 2025–2027

San Antonio concentra gran parte de la carga contenerizada del país y es un eslabón decisivo para las exportaciones e importaciones. Sin un acceso alternativo al actual corredor del sur, la ciudad y el puerto enfrentan cuellos de botella en horas punta, mayores costos por esperas de camiones y conflictos de convivencia vial. El acceso norte crea una puerta independiente para la operación granelera y de apoyo a contenedores, con estándar de seguridad y geometría adecuados para tránsito pesado, separando flujos urbanos de los logísticos y mejorando la confiabilidad de la cadena.

La ventana 2025–2027 es crítica: coincide con definiciones ambientales, expropiaciones y primeras obras del troncal, además de la sincronización con mejoras ferroviarias e iniciativas viales regionales. Resolver correctamente esta fase determina la capacidad de absorber crecimientos de demanda sin trasladar costos a exportadores, transportistas y a la comunidad local.

Qué contempla el proyecto (tramos, estándar y conexiones)

El acceso norte se organiza en tramos secuenciales que conectan la Ruta 78 con el borde costero al norte del frente de atraque. Considera enlaces a nivel y/o desnivel, fajas de seguridad, obras de drenaje, iluminación, señalización y dispositivos de contención para tránsito de alto tonelaje. La solución busca un itinerario directo hacia el sector de Puerto Panul, con compatibilidad para maniobras, radios de giro y pendientes acordes al tráfico pesado. La faja proyectada prevé espacio para calzadas segregadas donde la demanda lo amerite y bahías de control y aforo cuando el diseño de operación lo requiera.

De forma complementaria, el plan contempla interfaces con corredores existentes (Ruta 78, Ruta 66/Camino de la Fruta y conectores locales), más un diseño que minimiza cruces con flujos residenciales y de transporte público, reduciendo riesgos de interacción camión-peatón y camión-bus en zonas densamente pobladas.

Cronograma 2025–2027: qué hitos deben ocurrir y en qué orden

Para que el acceso esté en construcción con ritmo estable hacia 2026–2027, el calendario requiere: (i) cierre de ingeniería y ajustes de trazado donde se hayan detectado interferencias, (ii) tramitación y obtención de la RCA para los segmentos que lo requieran, (iii) plan de expropiaciones y reubicaciones con financiamiento y gestión social, (iv) licitaciones y adjudicaciones con cláusulas de continuidad operativa, y (v) coordinación con concesiones viales y ferroviarias para evitar restricciones simultáneas en corredores críticos. Cada hito tiene dependencias: sin RCA y faja despejada, la obra gruesa no puede tomar velocidad; sin programación integrada, los desvíos pueden afectar el abastecimiento urbano y portuario.

La planificación de faenas debe escalonar movimientos de tierra, obras de arte (puentes, alcantarillas mayores), estructuras en enlaces y pavimentos, con ventanas horarias que mantengan los niveles de servicio mínimos en rutas principales. Es vital un tablero de control con KPI semanales (avance físico, hitos prediales, permisos, interferencias de servicios, seguridad y salud ocupacional) para corregir desvíos con oportunidad.

Riesgos críticos: ocupaciones, permisos y coordinación interinstitucional

El principal riesgo urbano es la interferencia del trazado con sectores habitados o en proceso de ocupación informal. Requiere soluciones graduales de reasentamiento, compensaciones y/o variantes que eviten conflictos judiciales prolongados. En lo ambiental, la ruta debe acreditar medidas de control de polvo, ruido y vibraciones, proteger cursos de agua y fauna, y establecer protocolos de hallazgos arqueológicos.

La coordinación entre el Ministerio de Obras Públicas, la empresa portuaria, la municipalidad, las concesionarias viales y ferroviarias, y las comunidades aledañas es determinante. Los comités técnicos deben sesionar con reglas de decisión y plazos, para resolver interferencias de servicios (APR, eléctricas, telecomunicaciones) y compatibilizar accesos provisorios durante la construcción.

Conectividad vial: trazo conceptual del acceso norte hacia Puerto Panul

Esquema conceptual del corredor propuesto para separar flujos urbanos y camiones hacia el sector norte del puerto.

Beneficios operacionales: tiempos, seguridad y costos

La habilitación de un corredor segregado reduce detenciones en intersecciones urbanas, elimina giros conflictivos y acorta los tiempos de ciclo de viaje de camiones. En términos de seguridad vial, disminuye la exposición a siniestros con usuarios vulnerables (peatones y ciclistas) y baja la severidad de impactos por mejorar trazado, visibilidad y contención. En costos, una reducción de esperas y ralentizaciones implica menos combustible, menor desgaste de neumáticos y mejor utilización de flota y tripulación, con ahorros directos para transportistas y embarcadores.

Carga actual vs. proyección operativa y capacidad futura

Obras complementarias que condicionan el éxito

El acceso norte debe sincronizarse con: (i) mejoras en Ruta 78 para garantizar continuidad y niveles de servicio, (ii) modernización de Ruta 66/Camino de la Fruta y refuerzos en puente sobre el río Maipo, (iii) plataforma ferroviaria que capte una fracción relevante de contenedores para reducir presión sobre la vía, y (iv) patios de regulación y zonas logísticas que ordenen aforos y citas, limitando colas en los accesos urbanos.

Mapa funcional del corredor y conexiones urbanas

El corredor articula un esquema “puerta-puerto” que enlaza el área norte del complejo portuario con la Ruta 78 a través de un alineamiento que evita la trama urbana más densa. Las conexiones internas prevén accesos controlados, retornos en puntos seguros y señalética para camiones foráneos, con dispositivos de información variable (horarios, aforos, desvíos) integrados al sistema de gestión de tránsito regional.

Gestión ambiental y social: medidas de mitigación

La fase de construcción contempla planes de polvo y ruidos, gestión de residuos, protección de cauces y revegetación, además de desvíos peatonales seguros y campañas de convivencia vial. En lo social, los planes de participación temprana, canales de información y mesas de trabajo con juntas de vecinos y transportistas son esenciales para anticipar molestias y acordar soluciones de acceso provisorio.

Riesgos y mitigaciones 2025–2027

Prediales: cronogramas realistas de expropiaciones con pagos oportunos y liberación de faja por hitos. Ambientales: respuestas completas a observaciones ciudadanas y de servicios, con líneas base robustas. Constructivos: fases que eviten cierres simultáneos de enlaces críticos; planes de emergencia por eventos climáticos. Operacionales: coordinación diaria con actores portuarios para mantener niveles de servicio; gestión de citas y aforos. Comunitarios: atención a establecimientos educacionales y centros de salud cercanos con medidas especiales de seguridad.

Qué mirar en 2026–2027 (hitos de seguimiento)

Liberación progresiva de fajas, inicio de obras civiles mayores, montaje de estructuras en enlaces y puentes, habilitación de desvíos seguros, programas de seguridad vial en frentes urbanos sensibles, pruebas de sistemas ITS, y preoperación coordinada con terminales y transportistas. El éxito depende de mantener trazabilidad pública de avances y una gobernanza que resuelva nudos con rapidez.

En definitiva

El acceso norte es la pieza que faltaba para descomprimir la ciudad y asegurar la continuidad logística del principal puerto del país. Con un diseño prudente, permisos bien tramitados y una ejecución coordinada con obras complementarias, 2025–2027 puede marcar el punto de inflexión hacia una cadena más segura, rápida y competitiva. En definitiva, la oportunidad está en ejecutar con calidad, escuchar a la comunidad y sostener el ritmo de obra.

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Fuentes

  • Plan de Accesibilidad Vial Portuaria 2023 (PNAVP), ficha de San Antonio y proyectos asociados.
  • Documentos públicos sobre cronogramas de obras viales y ferroviarias vinculadas a San Antonio.
  • Informes y notas técnicas sobre gestión de tránsito portuario y obras complementarias en Ruta 78 y Ruta 66.
  • Antecedentes públicos relativos a procesos ambientales y coordinaciones interinstitucionales 2024–2025.

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