La aerocargo amplía infraestructura de frío y capacidad operativa en Barajas para reducir tiempos de tránsito de frutas, flores y pescados hacia Europa y Medio Oriente.
El hub de IAG Cargo en Madrid ha reforzado su posición como puerta de entrada de productos frescos al mercado europeo tras ampliar su instalación de perecederos, una apuesta que busca captar más exportaciones de alimentos desde América Latina y ofrecer mayor capacidad de frío, tiempos de tránsito más cortos y servicios logísticos especializados para frutas, hortalizas, carnes y productos del mar.
Madrid se consolida como centro europeo para la carga fresca latinoamericana
Desde hace más de dos décadas, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas funciona como uno de los grandes nodos de carga del grupo IAG, pero en los últimos años su papel como hub de perecederos se ha intensificado. La ampliación del complejo refrigerado, sumada a la red de vuelos de Iberia y sus socios, convierte a Madrid en el principal punto de entrada de alimentos frescos procedentes de América Latina hacia la Unión Europea. Para productores de Perú, Brasil, Chile, México, Argentina o Uruguay, la capital española se ha transformado en la puerta de acceso a cadenas de supermercados, mayoristas y plataformas de comercio electrónico en toda Europa.
La operación descansa en una combinación de vuelos de pasajeros con amplia bodega disponible para carga, conexiones diarias con los principales orígenes y una infraestructura de frío diseñada para mantener la integridad del producto desde el desembarque hasta la última milla. El hub maneja más de 200.000 toneladas de carga al año, con una proporción creciente de perecederos, y se apoya en servicios especializados como Constant Fresh, que prioriza tiempos de conexión cortos y control estricto de temperatura en cada tramo de la cadena.
Inversión de 1,5 millones de euros y 45 % más capacidad en frío
Para acompañar el aumento de la demanda de alimentos frescos en Europa, IAG Cargo destinó recientemente una inversión de 1,5 millones de euros a la ampliación de su instalación de perecederos en Madrid, como parte de un programa de más de 12 millones de euros invertidos en el hub español durante los últimos seis años. El proyecto permitió incrementar en un 45 % la capacidad del recinto y sumar 1.340 metros cuadrados de espacio dedicado exclusivamente a temperatura controlada, dotado con las cámaras frigoríficas más grandes del aeropuerto.
Estas cámaras operan bajo monitoreo continuo, lo que garantiza que frutas, hortalizas, carnes y pescados mantengan la temperatura requerida desde el momento en que abandonan la bodega del avión hasta que son liberados por los controles fronterizos y cargados en camiones de distribución. Al tratarse de uno de los puntos de control fronterizo autorizados por la Unión Europea, el hub ofrece instalaciones de inspección reforzadas que permiten reducir tiempos de revisión documental y sanitaria, un factor clave para perecederos de alto valor procedentes de América Latina.
| Indicador clave del hub de perecederos de IAG Cargo en Madrid | Valor |
|---|---|
| Inversión reciente en la instalación de perecederos | 1,5 millones de euros |
| Inversión acumulada en el hub madrileño (últimos 6 años) | 12 millones de euros |
| Incremento de capacidad de la instalación | +45 % |
| Espacio dedicado a temperatura controlada | 1.340 m² |
| Volumen total de carga manejado por el hub de Madrid | Más de 200.000 toneladas anuales |
Flota de camiones refrigerados de IAG Cargo en Madrid-Barajas, enlace clave entre la bodega del avión y la instalación de perecederos.
Conectividad aérea con los principales orígenes de alimentos frescos
El refuerzo del hub madrileño se apoya en una red de más de 350 destinos en todo el mundo y en una conectividad especialmente densa con América Latina. Desde Madrid, IAG Cargo e Iberia ofrecen servicios regulares hacia ciudades como Lima, Ciudad de México, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile, Guatemala y Panamá, entre otras. Muchas de estas rutas operan con aviones de fuselaje ancho que combinan tráfico de pasajeros con una alta capacidad de bodega, ideal para cargamentos de frutas, hortalizas, carnes y productos del mar que requieren tiempos de tránsito reducidos.
La ampliación del centro de perecederos permite concentrar en Madrid volúmenes crecientes de carga refrigerada que llegan desde distintos aeropuertos latinoamericanos para luego ser redistribuidos hacia otros puntos de Europa, Oriente Medio y el norte de África. De esta forma, el hub actúa como plataforma de consolidación para exportadores de la región que buscan llegar a múltiples mercados con un solo punto de entrada, reduciendo complejidad administrativa y mejorando la eficiencia de la cadena de frío.
Mayor demanda europea de frutas, hortalizas, carnes y productos del mar
El movimiento responde a un contexto de fuerte aumento del consumo de alimentos frescos en Europa y a una demanda cada vez más diversificada de productos originarios de América Latina. Tráfico como el de espárragos peruanos, papayas brasileñas, mangos de República Dominicana, aguacates mexicanos y okra de Centroamérica utiliza la ruta hacia Madrid como corredor preferente para llegar a los supermercados europeos. A esto se suma el flujo de carne bovina de Argentina y Uruguay y de pescado y mariscos procedentes de Chile, que encuentran en el hub español un punto de entrada natural para su distribución en la Unión Europea.
El crecimiento es visible en las cifras de negocio del grupo. IAG Cargo ha reportado incrementos de doble dígito en el volumen de perecederos transportados, con un avance cercano al 21 % en la primera mitad de 2025, impulsado por mayores envíos de alimentos frescos desde América Latina hacia los grandes centros de consumo europeos. Para los productores, disponer de un hub especializado en Madrid reduce el riesgo de roturas de frío, acorta plazos de entrega y ayuda a mantener la calidad organoléptica de frutas, verduras y proteínas en destino.
Área de cámaras frigoríficas en la instalación de perecederos de IAG Cargo en Madrid, donde se consolida la carga fresca procedente de América Latina.
Cadena de frío reforzada con camiones especializados y control 24/7
Un elemento diferenciador del hub madrileño es la flota de 12 camiones “cool and fast” dedicada exclusivamente al traslado de perecederos entre la bodega del avión y la instalación de manejo en tierra. Estos vehículos refrigerados reducen el tiempo de exposición de la carga a temperaturas ambientales extremas, algo especialmente relevante en verano, cuando las temperaturas en Madrid pueden superar los 40 °C. Los movimientos están coordinados con equipos de rampa y almacén para minimizar esperas y garantizar que la mercancía pase rápidamente a cámaras de frío o áreas de inspección.
Además, el hub dispone de un sistema de monitoreo continuo de temperatura y de zonas diferenciadas para distintos rangos —por ejemplo, de 2–8 °C para productos particularmente sensibles y de 15–25 °C para otros alimentos o productos de consumo—, lo que permite ajustar las operaciones a las necesidades de cada tipo de carga. Este nivel de especialización resulta determinante para exportadores de frutas frescas, flores, pescados y carnes que deben cumplir protocolos sanitarios exigentes en la Unión Europea y, al mismo tiempo, preservar la vida útil de sus productos.
Oportunidades logísticas para exportadores de América Latina
El refuerzo del hub de perecederos en Madrid abre nuevas oportunidades para productores y exportadores latinoamericanos que buscan diversificar destinos y reducir dependencia de rutas marítimas sujetas a congestión y volatilidad en los tiempos de tránsito. Para envíos de alto valor o estacionalidad marcada —como berries, espárragos, uvas, mangos premium o pescados procesados—, la carga aérea refrigerada se convierte en un complemento estratégico que permite llegar a mercado en cuestión de horas o pocos días, capturando mejores precios y reduciendo mermas.
A escala regional, el papel de Madrid como hub de perecederos contribuye a integrar más estrechamente las cadenas agroexportadoras de América Latina con los centros de consumo europeos. La combinación de una instalación de frío ampliada, procesos de inspección optimizados y una red densa de vuelos permite que pequeños y grandes exportadores accedan a un servicio logístico homogéneo, con trazabilidad y estándares de calidad comparables a los de otros hubs europeos consolidados. En este escenario, el desafío para los actores latinoamericanos será aprovechar esta infraestructura para escalar su oferta, invertir en valor agregado y consolidar su presencia en nichos de alto crecimiento como la alimentación saludable y los productos frescos listos para consumir.
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