Exportadores prevén alzas en volumen; puertos coordinan ventanas de atraque.
La cereza chilena es el producto estrella del verano austral. Su impacto no es solo agrícola: consolida cadenas de frío, exige desempeño portuario de alto estándar y compromete a cientos de actores logísticos. Esta temporada arranca con un hito operativo y con un rango de proyección que, de materializarse, ubicará nuevamente a Chile en niveles récord de exportación, pero con lecciones de coordinación aprendidas tras la alta volatilidad de la campaña anterior.
Zarpe inaugural: Cherry Express activa su primera recalada
El punto de partida lo marca el buque CMA CGM Legacy, programado para el 28 de noviembre desde DP World San Antonio, en el marco del servicio ACSA 1 – Cherry Express, que ofrece un tránsito referencial de 23 días a Shanghái. Este hito operacional confirma que el enlace directo a China volverá a ser la columna vertebral del peak de demanda previo a las festividades del calendario lunar.
De acuerdo con la planificación portuaria, el Cherry Express contempla ocho recaladas en San Antonio en la etapa crítica: 28 de noviembre; 5, 12, 19 y 26 de diciembre; y 2, 9 y 16 de enero. Esta cadencia semanal es la que habilita mantener frecuencia estable y ventanas de descarga acordes a las exigencias comerciales del mercado asiático.
Proyección oficial: 131 millones de cajas para 2025–2026
El Comité de Cerezas de Frutas de Chile actualizó su estimación de envíos para la campaña 2025–2026 en 131 millones de cajas (≈ 655 mil toneladas), una cifra prácticamente en la línea de la temporada histórica previa. La lectura del gremio es que, si bien persisten riesgos de coordinación logística, la calidad de fruta, la gestión de frío y la disciplina comercial permitirían replicar volúmenes elevados con mayor equilibrio.
La concentración de mercado sigue siendo el gran vector: cerca del 91% del total tiene como destino China, razón por la cual las dos semanas previas al Año Nuevo chino —que en 2026 será el 17 de febrero— son decisivas para capturar valor y rotar inventarios a buen ritmo.
San Antonio: más recaladas, coordinación y ventanas logísticas
El sistema portuario de San Antonio, principal puerta de salida de fruta en contenedor, elevó su ambición operativa: para esta campaña se proyecta atender hasta 37 naves dedicadas a cerezas entre noviembre y enero, apoyado en un Plan de Eficiencia Logística que refuerza la coordinación entre terminales, depósitos extraportuarios, reefer plugs, turnos extendidos de camiones y el sistema de citas.
El objetivo es suavizar los picos en la acumulación de contenedores y asegurar que la fruta llegue con la curva de temperatura adecuada al embarque. En paralelo, el arranque por vía aérea —tradicional en las primeras semanas— ya se activó como válvula para abastecer la demanda temprana y ajustar los flujos marítimos.
Cadena de frío, extraportuarios y “hora cero” en muelle
La temporada pasada enseñó que la consistencia en la cadena de frío y el timing de llegada al muelle son igual de determinantes que el volumen cosechado. Los centros de prefrío y los depósitos extraportuarios ajustan turnos para mantener temperaturas objetivo y minimizar estadías fuera de cámaras. En muelle, la programación fina de stack y la disponibilidad de tomas para contenedores reefer permiten asegurar la estabilidad térmica hasta el cierre de escotillas.
Cuadro comparativo: lo que cambia frente a la campaña pasada
| Indicador | 2024–2025 (referencia) | 2025–2026 (proyección) |
|---|---|---|
| Volumen estimado (cajas) | ≈ 124 millones | 131 millones |
| Peso estimado | ≈ 620 mil t | ≈ 655 mil t |
| Destino China (participación) | ≈ 90% | ≈ 91% |
| Recaladas Cherry Express en San Antonio | 17 naves (servicios 24/25) | 8 naves en tramo crítico (nov–ene) |
| Plan global de naves cereceras en San Antonio | ≈ 25 naves | hasta 37 naves |
Calendario comercial: el reloj del Año Nuevo chino
El desempeño del programa de cerezas depende de llegadas previas al Año Nuevo chino. Con la festividad fijada para el 17 de febrero de 2026, la ventana óptima de arribos al sur de China ocurre entre fines de enero y primeros días de febrero. El Cherry Express apunta justamente a esa ventana, con recaladas y zarpes sincronizados para maximizar la velocidad de rotación en los mayoristas y el comercio retail.
La experiencia reciente también dejó aprendizajes sobre gestión de inventarios: evitar acumulaciones súbitas en destino, ordenar la liberación de contenedores y ajustar la mezcla de calibres y variedades a la velocidad de venta local.
Riesgos y mitigaciones: coordinación, clima y terminales
Entre los riesgos de campaña figuran olas de calor que afecten condición, congestión terrestre en días pico y desvíos o restricciones en rutas marítimas. La mitigación se apoya en turnos extendidos en extraportuarios, priorización de reefer y coordinación con navieras para ajustar cut-offs. Del lado portuario, los terminales reforzaron recursos para sostener productividad de sitio y patio y asegurar oferta de tomas eléctricas.
Para finalizar, el primer zarpe confirma el inicio de una temporada que busca combinar volumen y flujo. Si la cadena mantiene su coordinación y la fruta llega en tiempo y forma a China, Chile podría consolidar otro ciclo sobresaliente. El desafío será convertir las cifras en valor sostenido para productores y exportadores, con disciplina logística hasta el último contenedor.
- Proyección 2025–2026 de 131 millones de cajas por Comité de Cerezas; base encuesta de octubre.
- Participación de China en torno a 91% del destino de exportaciones; ventana crítica previa al Año Nuevo chino 2026 (17 de febrero).
- Cherry Express (ACSA 1): tránsito referencial de 23 días y primera nave CMA CGM Legacy; calendario de ocho recaladas críticas.
- Plan de Eficiencia Logística en Puerto San Antonio; expectativa de hasta 37 naves cereceras en 2025–2026.
- Inicio temprano por vía aérea para abastecer demanda inicial y calibrar flujos marítimos.





















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