La estrategia prioriza análisis de riesgo, coordinación interagencial y control focalizado de carga y contenedores.
El Servicio Nacional de Aduanas anunció un fortalecimiento de sus capacidades de inteligencia y análisis de riesgo para enfrentar el avance del crimen organizado en los puertos chilenos. La medida busca anticipar operaciones ilícitas, focalizar fiscalizaciones y proteger la cadena logística del comercio exterior.
Puertos bajo presión por redes criminales
El aumento del tráfico de drogas, contrabando y cargas contaminadas ha convertido a los puertos en un objetivo estratégico para organizaciones criminales. Además, el alto volumen de contenedores y la complejidad operativa generan espacios de riesgo. Por eso, Aduanas decidió reforzar su enfoque preventivo.
La estrategia apunta a intervenir antes del arribo de la carga. Así, se busca reducir la dependencia de controles aleatorios y aumentar la efectividad de las fiscalizaciones en terreno.
Inteligencia aduanera y análisis avanzado de datos
El refuerzo considera un uso más intensivo de inteligencia aduanera y cruces de información con bases de datos nacionales e internacionales. Además, se fortalecen los perfiles de riesgo asociados a rutas, consignatarios y tipos de mercancía.
De esta forma, los equipos operativos reciben alertas previas. Así, las inspecciones se concentran en cargas con mayor probabilidad de infracción, sin afectar el flujo regular del comercio.
Trabajo coordinado con policías y fiscalías
Aduanas también refuerza la coordinación con Carabineros, la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público. Además, se busca mejorar el intercambio oportuno de información para investigaciones complejas.
Este enfoque integrado resulta clave frente a delitos transnacionales. El crimen organizado opera en red y aprovecha vacíos operativos. Por eso, la respuesta del Estado apunta a actuar de manera conjunta y sostenida.
Tecnología y controles no intrusivos
El fortalecimiento de la inteligencia se apoya en tecnología de control no intrusivo. Además, se potencia el uso de escáneres, monitoreo remoto y trazabilidad digital. Así, los procesos de fiscalización ganan precisión y velocidad.
El objetivo no es ralentizar la operación portuaria. En cambio, se busca elevar la tasa de detección sin generar cuellos de botella en los terminales.
Impacto para operadores y comercio exterior
Para los operadores logísticos, el refuerzo implica mayores exigencias de trazabilidad y cumplimiento. Sin embargo, también mejora la seguridad del sistema. Además, reduce el riesgo reputacional del comercio exterior chileno.
En este contexto, Aduanas busca consolidar un modelo de control más moderno. Así, la seguridad portuaria se transforma en un componente estructural de la competitividad logística del país.
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