Portacontenedores de ONE es remolcado a fondeo en Los Ángeles tras incendio

Autoridades portuarias activan protocolos de seguridad y se inicia investigación de causas.

El portacontenedores ONE Henry Hudson fue remolcado a una zona de fondeo frente al rompeolas del puerto de Los Ángeles luego de un incendio registrado bajo cubierta. La emergencia movilizó a casi 200 bomberos y personal marítimo, con toda la tripulación a salvo y sin lesionados reportados.

Un incendio a bordo del portacontenedores operado por Ocean Network Express (ONE) obligó a activar un amplio despliegue de emergencia en el puerto de Los Ángeles. La nave, identificada como ONE Henry Hudson, se encontraba atracada en el terminal Yusen cuando se detectó fuego en sectores inferiores de carga durante la tarde-noche del 21 de noviembre. La situación fue catalogada como emergencia mayor debido a la localización del foco y a la presencia de carga diversa en contenedores, lo que elevó la complejidad de la respuesta operativa.

Autoridades portuarias y equipos de emergencia confirmaron que el incendio se originó bajo la línea de cubierta, en un espacio de difícil acceso. El reporte preliminar informó de un origen eléctrico, con propagación en niveles inferiores de la nave. Durante las primeras horas, las labores se concentraron en aislar el fuego y evitar su extensión a otras bodegas, tarea que requirió coordinar recursos marítimos y terrestres de forma simultánea.

Incendio bajo cubierta y respuesta multiagencia

El comando unificado fue liderado por el Departamento de Bomberos de Los Ángeles, en coordinación con la Guardia Costera de Estados Unidos, la Policía Portuaria y equipos de apoyo del puerto de Long Beach. La magnitud del incendio obligó a desplegar compañías HazMat, rescate pesado, unidades USAR, bote-bombas y apoyo aéreo, con cerca de 200 personas trabajando en turnos sucesivos.

La tripulación, compuesta por 23 personas, colaboró inicialmente con los equipos de emergencia para facilitar accesos hacia áreas inferiores, pero posteriormente fue evacuada en su totalidad por razones de seguridad. Todos los tripulantes fueron contabilizados y asistidos fuera del buque, sin reportes de lesiones. El foco se mantuvo activo durante horas debido a la configuración interna del carguero y a la dificultad para ventilar sectores que habían perdido suministro eléctrico tras un evento explosivo interno registrado durante la noche.

El incendio también motivó la emisión temporal de una orden preventiva de resguardo para comunidades cercanas ante eventuales riesgos de humo y emisiones, mientras equipos especializados midieron la calidad del aire en la zona costera. Esas alertas fueron levantadas luego de que las mediciones no detectaran niveles críticos y el fuego quedara contenido en un área específica de carga.

Traslado a fondeo y control de riesgos en mar abierto

Con el avance del incendio y la inestabilidad operativa bajo cubierta, el comando unificado ordenó retirar a todo el personal del interior de la nave y continuar la supresión mediante bote-bombas posicionados alrededor del casco. Cerca de las 03:00 del 22 de noviembre se ejecutó la maniobra de desatraque y remolque. La nave fue conducida a una zona de fondeo fuera del rompeolas, a aproximadamente una milla de la costa, donde se mantuvo enfriamiento externo y vigilancia continua.

El puerto informó que la decisión respondió a la necesidad de reducir riesgos para las instalaciones, liberar el sitio de atraque y garantizar un perímetro de seguridad más amplio mientras se consolidaba el control del fuego. A lo largo del fin de semana, la Guardia Costera mantuvo restricciones de navegación en los alrededores y coordinó el monitoreo ambiental, considerando la naturaleza de algunos contenedores transportados.

Dato clave Registro
Inicio del incendio 21 de noviembre, tarde-noche, foco bajo cubierta
Tripulación a bordo 23 personas, todas evacuadas sin lesiones
Recursos desplegados Cerca de 200 bomberos y equipos marítimos
Traslado a fondeo 22 de noviembre, madrugada, fuera del rompeolas
Contenedores posiblemente afectados Alrededor de 100 unidades en revisión

La nave ONE Henry Hudson permanece en fondeo frente al puerto de Los Ángeles mientras es enfriada desde el mar por unidades de bomberos y guardacostas tras el incendio registrado bajo cubierta.

Impacto operacional en el puerto y la cadena logística

El incidente obligó a suspender temporalmente operaciones en varios terminales de contenedores mientras se evaluaban riesgos y se organizaba el acceso de equipos de emergencia. El puerto de Los Ángeles informó que la actividad comenzó a normalizarse en la mañana del 22 de noviembre, una vez que la nave fue retirada del sitio de atraque y el fuego pasó a condición de control sustancial.

La interrupción operacional, aunque acotada en el tiempo, se produjo en un periodo de alta sensibilidad logística para la costa oeste estadounidense. Los Ángeles y Long Beach concentran el mayor movimiento de contenedores de Norteamérica y el sistema opera bajo ventanas de atraque muy ajustadas. La paralización de patios y gates por algunas horas genera efectos en cascada sobre filas de camiones, rotación de equipos, disponibilidad de chasis y tiempos de devolución de contenedores vacíos.

Navieras y operadores de terminal siguieron el desarrollo del siniestro con especial atención debido a que la nave estaba integrada en servicios transpacíficos regulares. La reprogramación de recaladas para buques subsecuentes se traduce en ajustes de itinerario, cambios de ventana en otros puertos y potenciales incrementos de acumulación en patios durante los días posteriores. El puerto comunicó que la prioridad era restablecer la continuidad sin comprometer la seguridad del personal ni de la infraestructura.

ONE, flota de gran tamaño y seguridad del transporte marítimo

ONE es hoy uno de los grandes actores del transporte marítimo de línea. Formada por la integración de las navieras japonesas NYK, MOL y K Line, opera una flota que supera los 200 buques y participa en alianzas globales que articulan servicios Asia–Américas y Asia–Europa. El ONE Henry Hudson, con eslora superior a los 300 metros, pertenece al segmento de buques de alta capacidad que cubren rotaciones de largo recorrido en el Pacífico.

Incendios a bordo de portacontenedores se han convertido en uno de los riesgos operacionales más complejos para la industria. Las causas suelen vincularse a fallas eléctricas, cargas mal declaradas o reacciones térmicas en contenedores con mercancías peligrosas. En este caso, la investigación preliminar apunta a un origen eléctrico, pero la Guardia Costera indicó que la evaluación formal se extenderá durante las próximas semanas, incluyendo revisión de manifiestos, inspección de bodegas afectadas y análisis de daños estructurales.

Según reportes iniciales, el fuego quedó confinado a un solo sector de carga y no comprometió la integridad del casco. Sin embargo, el número de contenedores potencialmente dañados se estima en torno a 100 unidades, las cuales serán revisadas una vez que se autorice el reingreso seguro de personal. Este tipo de evaluaciones incluye medición de temperatura residual, integridad de soportes, presencia de gases y riesgo de reignición.

La experiencia reciente en siniestros de contenedores ha llevado a las navieras a reforzar controles sobre estiba, segregación de mercancías peligrosas y chequeos en puerto, especialmente en servicios de gran escala donde un foco de incendio puede propagarse con rapidez. Los puertos, por su parte, han incrementado protocolos de coordinación con bomberos marítimos y simulacros de incidentes bajo cubierta, dado que el tamaño de los buques actuales reduce accesos directos y complejiza la ventilación interna.

Próximos pasos: inspecciones, aseguradoras y retorno a operación

Tras el control sustancial del incendio, la fase actual se concentra en enfriar espacios internos, estabilizar la nave y preparar inspecciones técnicas. La Guardia Costera y autoridades portuarias indicaron que el buque permanecerá en fondeo hasta que exista certeza de ausencia de calor residual y condiciones de seguridad para abordar. Posteriormente se evaluará si la nave retorna a muelle para reparaciones o si requiere asistencia técnica adicional.

Paralelamente, aseguradoras marítimas y equipos de peritaje iniciarán procesos de levantamiento de daños, inventario de carga afectada y determinación de responsabilidades. Este tipo de eventos suele involucrar coordinaciones entre el armador, el operador comercial, el terminal portuario y autoridades ambientales, especialmente cuando la carga incluye productos químicos, baterías o mercancías con clasificación peligrosa.

El puerto de Los Ángeles señaló que continuará entregando actualizaciones a medida que avance la investigación. Para la industria naviera, la rápida estabilización del siniestro y el traslado a fondeo permitieron evitar un escenario de mayor impacto que pudiera comprometer terminales, infraestructura crítica o un cierre prolongado de operaciones en la bahía.

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Fuentes

  • Port of Los Angeles – Comunicados oficiales sobre incendio en ONE Henry Hudson y traslado a fondeo (21–22 noviembre 2025).
  • Los Angeles Fire Department – Reporte de comando unificado y despliegue de emergencia (22 noviembre 2025).
  • Reuters – Informes sobre origen preliminar del fuego, evacuación y contención sustancial (22 noviembre 2025).
  • Lloyd’s List – Cobertura sectorial sobre contenedores afectados y estado de la nave (24 noviembre 2025).
  • MarineLog / Safety4Sea – Actualizaciones operacionales y ubicación en fondeo frente a Angel’s Gate (23–24 noviembre 2025).

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