La cartera duplica la adopción de metanol y acelera ruta a la descarbonización.
El viraje tecnológico del transporte marítimo se consolida en los astilleros: cerca del 37% de la cartera global de pedidos corresponde a naves preparadas para operar con combustibles de menor huella de carbono —principalmente metanol y GNL de nueva generación, con proyectos emergentes en amoníaco e hidrógeno—, impulsadas por regulaciones climáticas y por compromisos corporativos de descarbonización.
Qué significa “combustibles limpios” en la cartera de pedidos
En la estadística de la industria se considera “combustibles limpios” a las naves nuevas (o reconversiones planificadas) con motores o configuraciones dual fuel o ready para alternativas energéticas de menor intensidad de carbono well-to-wake. En la práctica, esto abarca buques con capacidad para metanol (incluyendo e-metanol y bio-metanol), gas natural licuado (GNL) con mejoras para reducir methane slip, así como diseños y especificaciones para amoníaco e hidrógeno que avanzan desde pilotos hacia programas precomerciales. La cifra del 37% refleja pedidos firmes en distintos segmentos —portacontenedores, graneleros, tankers y ro-ro— y muestra un desplazamiento sostenido frente a los combustibles fósiles convencionales.
Motores del cambio: estrategia OMI 2023, ETS UE y FuelEU Maritime
La actualización de la Estrategia de GEI de la OMI (2023) fijó una senda hacia emisiones netas cercanas a cero en torno a 2050, con hitos intermedios: reducción de 20–30% en 2030 y 70–80% para 2040 a nivel de emisiones anuales del sector, además de un objetivo de adopción de combustibles alternativos de al menos 5% (aspiracional 10%) al 2030. En paralelo, la Unión Europea incorporó al transporte marítimo en el EU ETS desde 2024 de forma gradual y aplicará FuelEU Maritime a partir de 2025, reduciendo la intensidad de GEI de la energía utilizada a bordo. Estos vectores regulatorios, sumados a metas corporativas y a presiones de las cadenas de suministro, empujan la decisión de compra hacia buques con tecnologías de transición y de cero emisiones, aun con incertidumbres sobre precio y disponibilidad de combustibles sintéticos a escala.
Metanol y GNL marcan el paso; amoníaco e hidrógeno emergen
La oleada de contratos “methanol-ready” y “dual-fuel methanol” ha crecido con rapidez, especialmente en portacontenedores de gran porte y en algunos segmentos ro-ro. El metanol ofrece ventajas operativas (almacenamiento líquido atmosférico, infraestructura adaptable) y una hoja de ruta clara hacia e-metanol a partir de hidrógeno verde y CO₂ biogénico o capturado, con reducciones sustanciales de emisiones well-to-wake respecto a los combustibles pesados. El GNL, por su parte, se mantiene como alternativa de transición en varios tipos de buques, con mejoras en motores para contener el deslizamiento de metano, blends con bio-LNG donde existe oferta y una vía potencial hacia e-LNG si el costo del hidrógeno verde continúa descendiendo.
En paralelo, el amoníaco y el hidrógeno verde avanzan en demostradores y en primeros pedidos selectivos, donde el foco es la seguridad, el manejo de riesgos y la estandarización de equipos y procedimientos. La ingeniería de motores, tanques, sistemas de ventilación y detección, y la preparación de terminales para abastecimiento a pequeña y mediana escala son condiciones necesarias para su despegue comercial.
De la libertad de diseño a la bancabilidad: yardas, motores y financiación
Astilleros en Asia y Europa han ampliado sus catálogos con variantes dual-fuel, mientras fabricantes de motores principales y auxiliares publican hojas de ruta para metanol y amoníaco, además de sistemas de post-tratamiento y control de emisiones. Al mismo tiempo, financiadores y aseguradoras valoran la compatibilidad con futuras exigencias de intensidad de carbono y con índices de eficiencia que condicionan la operación durante la vida útil del buque. La bancabilidad mejora cuando la nave ofrece flexibilidad —capaz de operar con fuelóleo en puertos sin oferta alternativa— y una ruta clara de abastecimiento en corredores donde los combustibles limpios se encuentren disponibles.
Despliegue de abastecimiento: corredores y primeros mercados
Varias autoridades portuarias han anunciado pilotos de abastecimiento de metanol y planes para bunkering seguro de amoníaco a partir de protocolos en desarrollo. Los corredores verdes intercontinentales buscan alinear oferta y demanda en rutas con suficiente volumen para justificar inversiones en plantas y logística. La estandarización de equipos de transferencia, la disponibilidad de servicios de emergencia capacitados y la convergencia regulatoria entre países son factores que determinarán la velocidad del despliegue.
Implicancias para navieras y cadenas logísticas
La adopción de naves con combustibles limpios en la cartera de pedidos influye en la planificación de flota, el costo total de propiedad y la estrategia comercial. Las navieras que comprometen unidades dual-fuel buscan asegurar acceso a moléculas/energía de menor huella en puertos clave y, al mismo tiempo, mantener flexibilidad operativa. Para los shippers, surgirá una mayor oferta de servicios con métricas de emisión reportables, útiles para objetivos de descarbonización corporativa y para exigencias de reporte en mercados regulados. En paralelo, los puertos ajustan su planificación de seguridad, almacenamiento y protocolos de abastecimiento, con inversiones graduadas según la madurez de cada vector energético.
Riesgos y límites: suministro, trazabilidad y métricas “well-to-wake”
La velocidad de despliegue dependerá de la disponibilidad de combustibles sintéticos con garantías de origen y de su costo relativo frente a opciones fósiles. En el caso del GNL, la reducción efectiva de emisiones exige motores y protocolos que minimicen el deslizamiento de metano; para el metanol, la ganancia climática viene dada por la procedencia renovable de la molécula (e-metanol o bio-metanol sostenible); para el amoníaco e hidrógeno, la infraestructura de producción y transporte deberá acompañar la curva de aprendizaje. La comparabilidad entre rutas y operadores se apoya en metodologías “well-to-wake” y en auditorías de terceros.
| Vector energético | Tendencia en pedidos | Notas de adopción |
|---|---|---|
| Metanol (dual-fuel / ready) | Lidera nuevos contratos en portacontenedores; fuerte crecimiento en 2024–2025 | Hoja de ruta hacia e-metanol/bio-metanol; ventajas de almacenamiento y adaptación |
| GNL de nueva generación | Participación relevante y estable; preferido en varios segmentos | Reducción de methane slip; potencial para bio-LNG y e-LNG |
| Amoníaco | Proyectos piloto y primeros pedidos selectivos | Foco en seguridad, estándares y capacitación de tripulaciones |
| Hidrógeno | Casos específicos (remolcadores, ferris, proyectos demostrativos) | Requerimientos de almacenamiento y compatibilidad operativa |
Nota: distribución cualitativa referencial con base en reportes de pedidos 2024–2025; la cifra del 37% corresponde al total de la cartera “limpia” frente a pedidos convencionales.
Qué mirar en 2026–2030: escalamiento y estandarización
La atención estará en el escalamiento de moléculas verdes, la interoperabilidad de normas y la estandarización de equipos de abastecimiento. La bancabilidad de proyectos power-to-x, los contratos a largo plazo entre productores y navieras, y los esquemas de apoyo público —desde créditos fiscales hasta subastas de contratos por diferencia— definirán la velocidad con que el 37% actual se traduzca en entregas reales y en operación comercial de baja huella. En paralelo, los puertos con mayor conectividad internacional competirán por atraer escalas de buques alternativos ofreciendo seguridad, eficiencia y tarifas transparentes.
- DNV — Alternative Fuels Insight (AFI), reportes 2024–2025 sobre cartera de pedidos y combustibles alternativos.
- Clarksons Research — Newbuilding Review y estadísticas de pedidos por tipo de combustible, 2024–2025.
- Global Maritime Forum / UMAS — iniciativas y barómetros de adopción de combustibles de cero emisiones.
- OMI — Estrategia revisada de GEI 2023 y metas intermedias sectoriales (2030/2040/2050).
- Comisión Europea — EU ETS (extensión al marítimo) y reglamento FuelEU Maritime.























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