Régimen especial agiliza proyectos y busca capital externo para terminales.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) abrió una vía acelerada para proyectos de infraestructura en Argentina, incluyendo terminales y obras portuarias en la hidrovía y la costa atlántica. Con estabilidad normativa por 30 años, beneficios fiscales y aduaneros, y un esquema de admisión por Vehículo de Proyecto Único (VPU), el país busca atraer inversiones superiores a los USD 200 millones y destrabar decisiones de capital en logística y cadenas de suministro.
El RIGI —creado por la Ley N° 27.742 y reglamentado por el Decreto 749/2024— formaliza un marco con objetivos de previsibilidad y competitividad para sectores estratégicos donde los plazos de maduración son extensos y el capital es intensivo. La infraestructura forma parte explícita de los sectores alcanzados, lo que incorpora al universo portuario: muelles, terminales multipropósito, accesos viales y ferroviarios, parques logísticos y facilidades de almacenamiento. La puerta de entrada es el registro de un VPU, figura que blinda el proyecto respecto de otras actividades y habilita un tratamiento estable por tres décadas.
Qué permite el RIGI para obras portuarias
La reglamentación habilita a los VPU a importar bienes de capital nuevos, repuestos, partes y componentes destinados a la ejecución y operación del proyecto con beneficios aduaneros y tributarios específicos. Se contemplan exenciones de derechos de importación y de la tasa de estadística para bienes comprometidos con el proyecto, además de un esquema de créditos fiscales aplicables a IVA para equipamiento y obras de infraestructura. En el frente impositivo, el régimen prevé una alícuota de Impuesto a las Ganancias del 25% para los proyectos admitidos, más un set de garantías de estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria durante 30 años.
Umbral, sectores y ventana de adhesión
El requisito mínimo de inversión para postular al RIGI se fijó en USD 200 millones, con plazos definidos para la presentación y la eventual prórroga por parte del Poder Ejecutivo. Entre los sectores elegibles, además de infraestructura, se incluyen energía, petróleo y gas, minería, siderurgia, forestoindustria, tecnología y turismo. La autoridad de aplicación gestiona el registro de VPU y la admisión de proyectos, al tiempo que la AFIP y el Banco Central dictan normas complementarias para operativizar los beneficios fiscales y cambiarios.
Caso testigo: ingreso de proyectos portuarios al régimen
En las últimas semanas, la autoridad aprobó el ingreso de iniciativas bajo el RIGI que incluyen infraestructura logística vinculada al sistema fluvial del Paraná. Entre ellas, se destacó la admisión de un proyecto portuario con inversión del orden de USD 277 millones, orientado a almacenamiento y transferencia de fertilizantes, minerales de hierro, productos siderúrgicos, granos y combustibles. La decisión reconoce el carácter estratégico de la hidrovía para el agro y la industria, y confirma el alcance del régimen para obras portuarias y logísticas de gran escala.
Cómo opera el “fast-track” para puertos
El régimen separa el proyecto en un VPU y lo inscribe en registros específicos, lo que ordena permisos y beneficios sobre una base única y trazable. La existencia de una reglamentación integral y de normas complementarias de AFIP y BCRA reduce incertidumbre, acota tiempos de tramitación y habilita instrumentos como seguro de caución para respaldar importaciones bajo el régimen. En términos prácticos, la admisión permite planificar adquisiciones de equipos críticos (grúas, RTG, pórticos, reach stackers, sistemas eléctricos para OPS, etc.) con certidumbre fiscal y aduanera, y con un calendario de obra menos expuesto a variaciones regulatorias.
Beneficios aduaneros y fiscales: impacto en CAPEX y cronogramas
Para proyectos portuarios, el ahorro proviene de exenciones a derechos de importación y de la tasa de estadística para bienes comprometidos con el proyecto, más la posibilidad de utilizar certificados de crédito fiscal para IVA en adquisiciones de bienes de uso y obras de infraestructura. El resultado es un CAPEX más predecible, con flujo de caja mejor alineado a los hitos de ingeniería, compras y construcción. La estabilidad por 30 años limita la exposición a cambios regulatorios, un factor sensible en inversiones portuarias de gran envergadura donde los plazos de recupero se extienden más allá de una década.
RIGI en clave portuaria: elegibilidad de obras y activos
Dentro del rubro infraestructura, son elegibles obras como ampliación o construcción de muelles y sitios de atraque, reforzamiento de frentes de atraque, dragado y mantenimiento asociados al proyecto, patios y accesos, bodegas, silos, tanques, redes eléctricas internas, equipos de manipulación de carga, sistemas de seguridad y control, y tecnologías para eficiencia energética (OPS, electrificación de patio, monitoreo y analítica). La reglamentación prevé que ampliaciones de proyectos preexistentes puedan acogerse al régimen si cumplen con el umbral de inversión y la definición de Gran Inversión.
Claves de admisión: VPU, registros y estabilidad
La admisión al régimen requiere constituir un VPU cuyo objeto sea exclusivamente el proyecto. La normativa crea registros de VPU y de Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo y especifica la articulación con la autoridad de aplicación. Una vez admitido, el proyecto accede a un paraguas de estabilidad normativa por 30 años en materias tributaria, aduanera y cambiaria. La seguridad jurídica del esquema es un punto central para proyectos de infraestructura con fuerte exposición a shocks macro, al costo de capital y a ventanas logísticas.
Provincia y régimen: adhesión subnacional
El esquema nacional convive con la adhesión de provincias, que pueden sumar beneficios propios y coordinar trámites locales. En materia portuaria, esta capa es relevante para accesos viales, habilitaciones ambientales, ordenamiento territorial y sincronización de obras complementarias. La articulación nacional-provincial permite anclar el caso de negocio y reducir fricciones en cronogramas críticos, especialmente cuando el proyecto requiere servidumbres de paso, trazas ferroviarias o ampliaciones logísticas fuera del recinto.
Señales del mercado: inversiones ya aprobadas
La secuencia de aprobaciones bajo el RIGI sumó compromisos multibillonarios y muestra un flujo de admisiones que incluye energía y minería, además de proyectos con impacto logístico-portuario. En el caso portuario, el avance sobre el Paraná ilustra la orientación del régimen hacia infraestructura con efectos en cadenas exportadoras e importadoras. Esta línea de aprobaciones funciona como referencia para nuevos solicitantes, con criterios verificables de inversión, hitos y elegibilidad.
RIGI para proyectos portuarios: datos clave
| Aspecto | Valor / Alcance | Referencia normativa |
|---|---|---|
| Inversión mínima | ≥ USD 200 millones | Comunicado oficial 22/10/2024 |
| Estabilidad normativa | 30 años (tributaria, aduanera y cambiaria) | Ley 27.742 / Decreto 749/2024 |
| Sectores alcanzados | Incluye infraestructura (e.g., obras y equipos portuarios) | Decreto 749/2024 |
| Beneficios aduaneros | Exención de derechos e instrumentos para importación de bienes de capital, repuestos y partes | AFIP / normativa complementaria |
| Impuesto a las Ganancias | Alícuota de referencia 25% para proyectos admitidos | Análisis técnico (Decreto 749/2024) |
| Proyectos portuarios admitidos | Ejemplo: terminal sobre el Paraná por USD 277 millones | Coberturas de prensa |
Efectos esperados en la hidrovía y puertos marítimos
La reducción de costos de importación de equipos y la mayor certidumbre de caja favorecen la instalación de soluciones intensivas en capital, como grúas pórtico, sistemas eléctricos en muelle, flotas de patio y ampliaciones de muelles. En corredores fluviales, el incentivo facilita silos, tanques y facilidades multipropósito que combinan carga a granel y general, reforzando la capacidad exportadora e importadora. En puertos marítimos, el régimen apunta a obras de mayor escala con ciclos de inversión largos y dependencia de equipos críticos con origen en el exterior.
Ritmo de aprobaciones y señal para nuevos proyectos
La tramitación y el ingreso de proyectos al RIGI en 2024–2025 generaron una señal de continuidad regulatoria que favorece la planificación de capex. Las decisiones recientes en minería, energía e infraestructura, sumadas a la admisión de un puerto fluvial, permiten proyectar una cartera más nutrida en los próximos meses, con provincias que ya han adherido y evalúan beneficios adicionales. Este marco acelera la toma de decisiones y estandariza criterios de elegibilidad.
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Fuentes consultadas
- Decreto 749/2024 – Reglamentación del RIGI (Boletín Oficial), texto y considerandos; fecha 23/08/2024.
- Argentina.gob.ar – “RIGI: desde hoy, las empresas podrán aplicar al régimen” (22/10/2024): sectores alcanzados y umbral de USD 200 millones.
- AFIP – Procedimiento y régimen aduanero aplicable (Resolución General 5590/2024 y normativa complementaria).
- InfoLeg – Texto consolidado y creación de registros VPU y Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo.
- Notas técnicas y legales (EY, Deloitte, estudios jurídicos) sobre alícuota de Impuesto a las Ganancias (25%) y operatividad.
- Coberturas de prensa 2025 – aprobación de proyecto portuario en el río Paraná por USD 277 millones y acumulado de inversiones bajo RIGI.






















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