Encuentro en Antofagasta refuerza coordinación operativa y control de ilícitos.
El Servicio Nacional de Aduanas intensifica la coordinación en la macrozona norte junto a equipos EPF y a autoridades de Seguridad Pública, con foco en control fronterizo, fiscalización en rutas y trazabilidad de cargas. La articulación considera pasos habilitados, recintos extraportuarios y corredores de alto flujo, con metas de interoperabilidad, prevención del contrabando y mejora de la experiencia de control para viajeros y transportistas.
Ámbito territorial y objetivos operativos
La macrozona norte comprende puntos fronterizos y nodos logísticos en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. En este territorio convergen flujos carreteros, pasos internacionales de altura y actividades de comercio transfronterizo, por lo que la coordinación interinstitucional se organiza en objetivos operativos: fortalecer el perfilamiento de riesgo, estandarizar controles en pasos, optimizar el uso de tecnología no intrusiva y consolidar canales de intercambio de información.
Las acciones priorizan la seguridad de la cadena logística sin entorpecer el tránsito lícito. En ese marco, Aduanas y los equipos EPF trabajan con Seguridad Pública para alinear protocolos en tráfico de mercancías, control de equipajes, fiscalización de transporte y seguimiento de carga desde su ingreso, tránsito o salida, con énfasis en la trazabilidad documental y en la verificación física cuando el riesgo lo amerita.
Coordinación institucional y mesas de trabajo
La articulación considera mesas periódicas con Aduanas, EPF y representantes de Seguridad Pública, además de coordinaciones con Delegaciones Presidenciales, policías, fiscalías y servicios sectoriales. En estas instancias se revisan tendencias de riesgo, rutas, patrones de ocultamiento, evolución de infracciones y despliegues en fechas estivales o de alta movilidad. El objetivo es contar con criterios comunes para la selección de carga y pasajeros, y con procedimientos de apoyo mutuo ante hallazgos relevantes.
La agenda incluye seguimiento a planes de fiscalización por temporada, con ajustes tácticos cuando se detectan desvíos de rutas, variaciones en la demanda o reorganización de corredores. Este trabajo colaborativo permite despliegues complementarios que combinan equipos de control fronterizo, patrullajes en rutas y puntos de verificación en recintos extraportuarios, evitando duplicidades y resguardando la continuidad del flujo comercial.
Pasos fronterizos y corredores de alto flujo
En la macrozona norte destacan pasos habilitados como Chacalluta, Colchane y Ollagüe, entre otros. La priorización de controles integra factores como estacionalidad, variabilidad de cargas, comportamiento de viajeros y presencia de transporte internacional de mercancías. Para mejorar tiempos de atención, los servicios aplican segmentación según tipos de riesgo, articulando revisiones documentales con inspecciones físicas y herramientas tecnológicas que permiten decisiones rápidas y fundadas.
Los corredores carreteros que conectan centros mineros, puertos y zonas francas exigen una mirada integral sobre la seguridad de la cadena logística. En este frente, la coordinación con Seguridad Pública incorpora patrullajes preventivos y puntos de observación en horarios y tramos definidos, sumando información de cámaras, controles móviles y alertas derivadas de análisis de rutas.
Tecnología y trazabilidad para el control
La fiscalización se apoya en sistemas de información, análisis de riesgo y equipos de inspección no intrusiva. El uso de escáneres, revisión con equipos de detección y trazabilidad documental favorece un enfoque selectivo, orientado a riesgos concretos. La interoperabilidad entre plataformas permite que un hallazgo en frontera tenga continuidad en rutas o recintos, y que las alertas generadas por perfilamiento deriven en controles específicos de acuerdo con los procedimientos establecidos.
El intercambio de datos añade visibilidad sobre movimientos que requieren verificación. Cuando existen indicios, se activa el trabajo conjunto: Aduanas aporta experiencia en normativa y clasificación arancelaria; EPF y las instancias de Seguridad Pública suman capacidades tácticas, resguardo del perímetro y derivaciones según corresponda, resguardando la cadena de custodia y el debido proceso.
Trabajo conjunto con EPF y Seguridad Pública
El trabajo con EPF y autoridades de Seguridad Pública se traduce en patrullajes preventivos, controles en puntos estratégicos y despliegues coordinados cuando se requiere seguridad perimetral o apoyo para procedimientos extensos. La articulación establece canales directos para la derivación de antecedentes a persecución penal cuando la naturaleza del hallazgo así lo exige, con respeto al marco legal vigente y a la coordinación con el Ministerio Público.
En rutas y accesos a recintos, los operativos se diseñan según matrices de riesgo. Por ejemplo, se refuerzan tramos en horarios de mayor tránsito o se realizan controles integrados en zonas de descanso y peajes cuando los patrones indican movimientos atípicos. Esta metodología permite dirigir los recursos a segmentos con mayor probabilidad de detección, y a la vez mantener fluidez en áreas de bajo riesgo.
Fiscalización en transporte terrestre y recintos extraportuarios
La inspección de camiones, semirremolques y buses internacionales considera documentos de transporte, sellos, declaración de mercancías y verificaciones físicas cuando corresponde. En recintos extraportuarios, las labores se concentran en desconsolidación, reconocimiento y verificación de cargas bajo régimen aduanero. Los equipos coordinan ventanas de revisión para minimizar tiempos de estadía y asignan prioridades según la criticidad del riesgo.
El seguimiento posfrontera resulta clave: una alerta generada en un paso puede derivar en inspección más adelante en la ruta o en un recinto de destino. Esto exige canales robustos de comunicación y reportabilidad, para que los equipos que actúan en carretera cuenten con información oportuna y criterios homogéneos frente a cada control.
Ejes de trabajo y acciones por línea de coordinación
La hoja de ruta considera ejes que ordenan acciones y responsabilidades. La siguiente tabla resume aspectos centrales de la coordinación, con foco en claridad operativa y trazabilidad:
| Eje | Acción coordinada | Resultado esperado |
|---|---|---|
| Perfilamiento de riesgo | Intercambio de alertas, matrices y patrones de ruta | Controles más selectivos y oportunos |
| Pasos habilitados | Protocolos comunes de verificación documental y física | Atención homogénea y menor variabilidad en tiempos |
| Rutas y carreteras | Controles selectivos, patrullajes y puntos de observación | Disuasión y detección en tramos críticos |
| Tecnología | Uso de inspección no intrusiva y trazabilidad documental | Mayor precisión con menor intervención |
| Recintos extraportuarios | Ventanas de revisión y coordinación de desconsolidado | Flujo ordenado y reducción de tiempos de estadía |
| Reportabilidad | Formatos de actas, registro y derivaciones | Trazabilidad y continuidad del procedimiento |
Flujos de viajeros y control en temporada alta
En periodos de alta movilidad se ajustan recursos en ventanillas de atención, con medidas de preclasificación de riesgos y coordinación con autoridades sanitarias y de transporte cuando corresponde. La comunicación al usuario es parte central del despliegue: señalética, orientación y mensajes preventivos sobre documentación requerida, franquicias y obligaciones, contribuyen a acortar tiempos y a evitar reprocesos.
La interoperabilidad entre pasos permite compartir información sobre tránsitos de retorno, entradas múltiples o situaciones que requieran verificación. Este enfoque disminuye la carga de controles redundantes y canaliza los esfuerzos hacia casos que efectivamente presentan alertas, manteniendo la calidad de servicio en procedimientos de bajo riesgo.
Prevención del contrabando y criticidad por tipo de mercancía
La coordinación prioriza mercancías con riesgos conocidos para la seguridad, la salud y la competencia leal. El foco abarca infracciones aduaneras y delitos conexos, con especial atención a operaciones que intenten eludir controles documentales o físicos mediante falsificación, ocultamiento o transbordos irregulares. El uso de análisis de datos contribuye a detectar inconsistencias de valor, origen y clasificación, que luego se verifican en terreno.
Este trabajo se apoya en normativa y en procedimientos que resguardan los derechos de las personas y empresas. Cuando se configura una hipótesis de delito, se activa la derivación al Ministerio Público y a las policías competentes, preservando cadena de custodia y registros para sustentar la investigación. En los casos de infracción administrativa, se aplican los procedimientos sancionatorios correspondientes, con trazabilidad de los antecedentes para auditorías posteriores.
Capacitación, protocolos y calidad del procedimiento
La agenda contempla capacitaciones conjuntas para homologar criterios de revisión, evidencia, custodia y seguridad del equipo en terreno. Los protocolos establecen etapas del control, uso de medios tecnológicos, tiempos objetivo y estándares de documentación. Asimismo, se definen roles en operativos extensos: quién lidera la diligencia, qué institución asegura el perímetro, cómo se resguarda el material incautado y en qué condiciones se trasladan los antecedentes para peritaje.
La calidad del procedimiento es prioritaria porque los resultados dependen tanto de la detección como de la solidez con que se documentan las actuaciones. La retroalimentación posterior a cada operativo permite mejorar el enfoque, ajustar matrices de riesgo y actualizar el inventario de modalidades ilícitas observadas.
Transparencia, datos y participación ciudadana
La gestión incorpora mecanismos de reporte público y atención de denuncias. Los canales formales facilitan a la ciudadanía información sobre cómo comunicar hechos que puedan constituir infracciones o delitos aduaneros. A su vez, la publicación de estadísticas agregadas fortalece la comprensión del fenómeno y orienta expectativas sobre tiempos de atención y prioridades de control en frontera y rutas.
La cooperación con gremios y operadores logísticos agrega valor: capacitaciones sobre documentación, sellos, buenas prácticas en estiba y declaración contribuyen a disminuir incidencias. Este trabajo conjunto mejora la trazabilidad, reduce hallazgos por errores y permite que los recursos de fiscalización se concentren en riesgos efectivos.
Hoja de trabajo hacia 2026
De aquí a 2026, la coordinación en la macrozona norte mantendrá el énfasis en interoperabilidad, seguridad en rutas y fortalecimiento de capacidades en pasos. El calendario operativo considera revisiones periódicas de los planes, con evaluaciones de desempeño que incorporan oportunidad de los controles, calidad de la evidencia, tiempos de respuesta y consistencia en la aplicación de protocolos. La articulación con EPF y Seguridad Pública seguirá orientada a asegurar continuidad del control en toda la cadena, desde frontera hasta el destino.
La experiencia acumulada en temporadas recientes deja lecciones sobre la importancia de la coordinación diaria y de la flexibilidad táctica. Las instituciones han incorporado mecanismos de ajuste rápido ante cambios de ruta o variaciones de demanda, y esa capacidad de adaptación resulta central para mantener un estándar alto de fiscalización con el menor impacto posible en el flujo lícito.
Sigue la cobertura diaria de comercio exterior y control fronterizo en Mundo Portuario. Suscríbete a nuestro newsletter, visita el Directorio de empresas y acompáñanos en nuestras redes: Síguenos en X · Síguenos en Instagram · Síguenos en Facebook · Síguenos en LinkedIn.
Fuentes consultadas: Servicio Nacional de Aduanas; Ministerio del Interior y Seguridad Pública; Delegaciones Presidenciales Regionales; Policía de Investigaciones; Carabineros de Chile; normativas y orientaciones públicas sobre control fronterizo, fiscalización en pasos habilitados y procedimientos de coordinación interinstitucional en la macrozona norte.






















Deja una respuesta