Hito consolida liderazgo global y capacidad de servicios en principales rutas.
El ascenso de MSC a la marca de los 7 millones de TEU describe una tendencia de fondo: la concentración de capacidad en las líneas líderes, un orderbook en máximos históricos y un mercado que alterna señales de sobreoferta con disrupciones geopolíticas que absorben parte del tonelaje. Para la cadena logística, el tamaño de la flota no es solo una cifra; implica frecuencia, cobertura, confiabilidad y poder de negociación en un escenario de costos volátiles.
Qué significa superar 7 millones de TEU
En transporte marítimo de contenedores, la cifra de TEU asociada a una naviera corresponde a la capacidad total de su flota operada (propiedad + arriendo/charter), no a la cantidad de contenedores físicos. Alcanzar 7 millones de TEU implica un parque de buques capaz de mover, simultáneamente, un volumen equivalente a esa magnitud de contenedores de 20 pies. En términos comparativos, la capacidad de MSC queda 50% por encima del segundo actor del mercado, lo que amplía su poder de rotación de equipos, reposicionamiento y manejo de picos de demanda.
Más capacidad no garantiza, por sí sola, tarifas más bajas o mejores resultados financieros; sí otorga margen de maniobra operacional, acceso preferente a terminales y la posibilidad de ofrecer redes con mayor densidad de servicios, algo especialmente valorado por exportadores de alimentos, manufacturas y carga proyecto que requieren itinerarios estables.
Cómo llegó MSC al hito: entregas, compras y charters
El salto desde 6 a 7 millones de TEU se logró en aproximadamente 15 meses, combinando la recepción de nuevas construcciones con adquisiciones de segunda mano y extensiones de charter. En ese periodo se sumaron 68 buques que aportaron cerca de 799.000 TEU de capacidad, además de unas 25 naves que agregaron aproximadamente 135.000 TEU vía arriendo o compras oportunistas. El desguace fue acotado (nueve unidades en rangos de 900–3.300 TEU), reflejando que la incorporación neta de tonelaje siguió dominando la estrategia de crecimiento.
Junto con la expansión orgánica y por mercado de segunda mano, MSC mantiene un orderbook que supera los 2 millones de TEU. Ese pipeline, sujeto a ajustes del mercado y a decisiones de retrofit o scrapping de unidades antiguas, preserva la opción de continuar escalando o, llegado el caso, renovar segmentos específicos (por ejemplo, feeder), con mejoras de eficiencia energética y cumplimiento ambiental.
Ventaja sobre competidores y lectura del mercado
Con el nuevo umbral, la brecha respecto de su competidor inmediato se amplía hasta los 2,4 millones de TEU. En la parte alta del ranking aparecen, con distintas estrategias, Maersk (alrededor de 4,6 millones de TEU), CMA CGM (casi 4,1 millones) y Hapag-Lloyd (2,41 millones). La diferencia no solo es de flota; también se expresa en la capilaridad de servicios, en la posición en terminales (propios o asociados) y en la capacidad para absorber shocks operativos como desvíos por el Cabo de Buena Esperanza o congestiones en puertos clave.
Para los cargadores, la lectura inmediata es doble: por un lado, una red de mayor escala tiende a ofrecer más opciones de itinerario; por otro, el contexto de sobreentregas de naves presiona el equilibrio oferta-demanda, lo que puede impactar tarifas y surcharges de forma heterogénea según trade y temporada.
Rutas, rotación de flota y servicio al cliente
Con el refuerzo de tonelaje en segmentos neo-panamax (14.000–16.000 TEU) y entregas selectivas de unidades de gran porte, MSC incrementó su capacidad para ajustar rotaciones en las principales rutas Este–Oeste y en north–south trades. Más allá del tamaño de buque, el efecto clave es la flexibilidad: reubicar naves ante eventos climáticos, paros o congestión; y sostener frecuencias cuando otras líneas deben consolidar servicios.
La mayor estabilidad en frecuencias y escalas contribuye a mejorar tiempos de tránsito efectivos, un atributo que, de cara al generador de carga, pesa tanto como la tarifa final. En paralelos de oferta, la distribución de tonelaje hacia corredores con cadenas de frío y perecederos genera beneficios por confiabilidad de ventana en puertos y hubs de transbordo.
Gráfico comparativo de capacidad (nov-2025)
Comparativo de la capacidad operada entre los principales actores globales, según datos sectoriales:
Orderbook, renovación y huella ambiental
El orderbook agregado del sector supera los diez millones de TEU. En el caso de MSC, los pedidos en curso ofrecen un margen adicional para renovar unidades veteranas —muchas adquiridas en mercado de segunda mano— e introducir configuraciones más eficientes. Aun con la conveniencia de combustible fósil predominante, se avanza en retrofits y nuevas construcciones preparadas para combustibles de transición, gestión digital del consumo y tecnologías de reducción de emisiones.
El recambio también conversa con la economía de ciclo de los buques: cuando la presión de sobrecapacidad se siente en tarifas, el desguace se vuelve una válvula de ajuste. La clave será el timing: sostener la competitividad de costos sin perder alcance de red, y evitar una degradación de los factores de carga que tensione el servicio.
Gobernanza comercial, terminales y resiliencia
El tamaño de flota se vincula con la posición de cada naviera en la operación portuaria, sea a través de filiales de terminales o de alianzas estratégicas. Una mayor integración vertical puede traducirse en ganancias de coordinación, pero también activa la mirada de autoridades de competencia. Para el usuario final (exportador, importador o forwarder), lo relevante es que esos movimientos se reflejen en previsibilidad y calidad de servicio, más que en barreras de acceso.
Implicancias para Sudamérica y Chile
Para el Cono Sur, la consolidación de MSC en el primer lugar implica una red con mayor densidad de escalas y alternativas de conexión vía hubs atlánticos y pacíficos. Los puertos con canales estables y calados profundos se vuelven más atractivos para naves de mayor porte; al mismo tiempo, las rutas con demanda volátil o limitada compiten por espacios en un contexto donde la eficiencia de escala manda. Para Chile, la observación práctica es sobre frecuencias, tiempos de tránsito y confiabilidad en la cadena de frío y en commodities con ventanas estrechas.
Riesgos: sobrecapacidad, costos y volatilidad geopolítica
La entrada masiva de tonelaje en 2024–2026, combinada con desvíos por conflictos o cuellos de botella, genera un equilibrio delicado. De un lado, la sobreoferta empuja a la baja las tarifas base en periodos de normalidad; del otro, eventos disruptivos absorben capacidad y elevan costos (combustible, seguros, tiempo de viaje). La gestión activa de despliegue —y la elasticidad para mover buques entre trades— define la rentabilidad efectiva.
En definitiva, el hito de MSC por encima de los 7 millones de TEU no es solo una marca estadística. Es la señal de una ventaja estructural en cobertura y flexibilidad que, usada con criterio, puede traducirse en servicio más predecible para la carga. Para los generadores de comercio exterior en Sudamérica, el trabajo será monitorear frecuencias, tiempos y tarifas por corredor, y negociar con información frente a una oferta que seguirá en movimiento.
- Seatrade Maritime News, “MSC surpasses 7m teu in fleet capacity milestone”, 05.11.2025.
- The Maritime Executive, “Big Get Bigger as MSC and HMM Hit New Milestones in Container Capacity”, 03.11.2025.
- Ship & Bunker, “MSC First Carrier to Reach 7 Million TEUs, Controls 21% of Global Capacity”, 05.11.2025.
- Lloyd’s List, cobertura sobre participación de mercado y flota operada, 04–05.11.2025.






















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