San Antonio proyecta 48% más embarques de cerezas hacia China

COLSA y EPSA coordinan temporada 2025–2026 con refuerzo de turnos y 22 embarques previstos.

San Antonio proyecta un incremento del 48% en los embarques de cerezas con destino a China para la temporada alta que antecede al Año Nuevo Lunar. La estimación refuerza el rol del complejo portuario como principal puerta de salida de fruta fresca del país, e instala desafíos operativos en cadena de frío, programación naviera y coordinación terrestre para sostener el ritmo sin perder calidad.

Temporada frutícola y la ventana crítica previa al Año Nuevo Lunar

La exportación de cerezas chilenas se concentra en una ventana operativa particularmente exigente: los envíos deben llegar a los puertos chinos en las semanas anteriores al Spring Festival, cuando el consumo se dispara y el precio reconoce primas por disponibilidad, frescura y condición. En ese contexto, el Puerto de San Antonio se consolida como nodo logístico de salida para la fruta en contenedor refrigerado, aprovechando su conectividad terrestre y la oferta de servicios de línea hacia Asia.

La proyección de un 48% de crecimiento interanual en los embarques de cerezas supone mayor presión en frigoríficos, enchufes reefer, inspecciones fitosanitarias y turnos de gate, además de una programación más estrecha con navieras para asegurar bodega prioritaria y rotaciones oportunas. El foco operacional estará en sostener la integridad de la cadena de frío y minimizar los tiempos de espera, especialmente en los peaks de fin de año.

Coordinación puerto–terminal–naviera: cómo se sostiene el aumento

Para materializar el incremento de envíos, los actores coordinan planes de ventanas de atraco, ajustes de cut-off y asignación de equipos reefer. La fluidez depende de que el terminal reciba contenedores pre–inspeccionados con set points correctos y sellos verificados, mientras que las navieras aseguran la disponibilidad de equipos y la stacking policy adecuada para priorizar embarques sensibles a tiempo de tránsito. La interoperabilidad documental y la trazabilidad en puerta son claves para evitar reprocesos.

Asimismo, se refuerzan protocolos de contingencia por clima, marejadas y eventos de alta demanda, con turnos extendidos, equipos de patio dedicados a filas reefer y coordinación de pre-stacking para disminuir permanencias dentro del terminal. En paralelo, los depósitos y transportistas organizan ventanas de retiro y devolución que atenúan puntas horarias.

Cadena de frío, inspecciones y trazabilidad

El estándar de la cereza exige mantener una temperatura estable desde el predio hasta el destino final. En puerto, esto se traduce en monitoreo continuo del desempeño de cada contenedor, la verificación de los data loggers y el registro de eventos de apertura. Los procedimientos de inspección y certificación fitosanitaria incorporan controles que, bien secuenciados, evitan dobles manipulaciones y pérdidas de temperatura. Cada minuto cuenta, sobre todo cuando la oferta compite por llegar a góndola antes de la semana pico en China.

Además, la trazabilidad digital permite a exportadoras y consignatarios conocer en tiempo real la condición del embarque, anticipar desviaciones y tomar decisiones comerciales de reposicionamiento si hubiese contingencias. Esto cobra relevancia en temporadas de mayor volumen, donde las diferencias de horas pueden impactar en condición a destino.

Ventanas de zarpe y programación hacia puertos chinos

La estrategia logística para China privilegia rotaciones con tiempos de tránsito competitivos, con escalas que faciliten conexiones fluidas hacia centros de distribución. La priorización de servicios directos o con pocas recaladas permite ganar días frente a opciones de mayor itinerario. Dado el pico de demanda, los actores ajustan tiempos de corte, consolidación y documentación para que la carga alcance el buque comprometido sin comprometer controles de calidad.

Operación de contenedores refrigerados en terminal portuario de San Antonio
Operación reefer en muelle: coordinación de ventanas de atraco, enchufes y control de cadena de frío para la temporada de cerezas.

Demanda en China: calidad, condición y velocidad como determinantes

La preferencia del consumidor chino por la cereza chilena se apoya en atributos de color, firmeza y dulzor, pero el mercado es muy sensible a la condición. Las diferencias de temperatura sostenida y rotura de cadena durante la travesía se reflejan en la recepción, afectando tanto el precio como la rotación en góndola. Por ello, cada eslabón —desde el packing hasta el apilamiento a bordo— opera con protocolos que aseguran ventilación, atmósfera y seteo térmico correctos.

Al proyectarse un volumen mayor, la gestión comercial considera escalonar llegadas para evitar saturación en terminales y mercados mayoristas, manteniendo la relación entre velocidad de arribo y capacidad de absorción en destino. Los embarques que llegan más cerca de la fecha festiva tienden a capturar mejores retornos, siempre que la calidad se preserve.

Comparación interanual: qué significa crecer 48% en embarques

El aumento proyectado implica intensificar procesos sin perder control. A falta de cifras absolutas oficiales consolidadas al cierre de esta edición, la señal operativa puede representarse en términos relativos: si el nivel de la temporada anterior se fija como índice 100, la proyección sitúa la actual en 148. Eso exige más equipos refrigerados disponibles, mayor rotación en patio y programación fina en puerto.

En términos operativos, el desafío es absorber ese delta sin generar cuellos de botella. La planificación puerta a muelle (predio → packing → carretera → terminal) agrega capas de control: tiempos de pre–enfriado, estandarización de documentación, coordinación de convoyes en horas valle y alertas tempranas ante cualquier desvío de temperatura.

Transporte terrestre, gates y seguridad operacional

La mayor presión de flujo obliga a gestionar ventanas de gate con información en tiempo real para transportistas y exportadoras. La habilitación de patios de espera y la coordinación con fiscalizaciones permiten que la unidad reefer pase a zona primaria sin detenciones extensas. En materia de seguridad, se refuerzan medidas para prevenir incidentes con equipos energizados y se optimiza la distribución de enchufes en patio para minimizar recorridos y tiempos fuera de toma.

La operación considera además planes de contingencia frente a marejadas u otras restricciones portuarias. En tales escenarios, la comunicación temprana entre navieras, terminal y exportadoras resulta determinante para ordenar prioridades de embarque, reasignar espacios y, si es necesario, aplicar medidas de protección de calidad como ventilación controlada o ajustes de set point.

Productividad de patio y muelle: foco en la estabilidad del flujo

El rendimiento en muelle depende de disponer de grúas, tractocamiones y RTG en proporción a la demanda, con equipos dedicados a pilas reefer. La meta no es sólo maximizar movimientos por hora, sino estabilizar el flujo para reducir tiempos de espera de camiones y evitar picos que pongan en riesgo la cadena de frío. La mejora continua se apoya en métricas de permanencia, tasa de conexiones y tiempos de traspaso desde zona de stacking a la nave.

Con más volumen, se vuelve crítico sostener el picking por bloque reefer y el pre–stacking por ventana de cut-off. En paralelo, se monitorea el desempeño de gensets y equipos auxiliares para asegurar respaldo energético, especialmente ante maniobras de alto tráfico.

Mercado y perspectivas: competencia, elasticidad de precio y diversificación

Un mayor volumen no garantiza por sí mismo mejores retornos. El desempeño comercial en China depende de la calidad a destino, la velocidad de rotación y la elasticidad de precios según la oferta disponible de otros orígenes. La coordinación logística contribuye a que la fruta chilena llegue en la ventana premium, manteniendo la propuesta de valor que el consumidor reconoce.

En el mediano plazo, la industria evalúa estrategias de diversificación de puertos de arribo y segmentación por calidades para optimizar mix y cobertura, al tiempo que sigue afinando la eficiencia en origen. San Antonio, con su proyección al alza, se posiciona como plataforma central para capturar estas oportunidades.

Cierre

En conclusión, la proyección de un 48% más de embarques de cerezas desde San Antonio hacia China confirma el dinamismo exportador y eleva los estándares de coordinación logística. La clave será transformar ese mayor flujo en un proceso estable, predecible y trazable, protegiendo la cadena de frío y el cumplimiento documental. Si el engranaje puerto–terminal–naviera–transporte mantiene el ritmo y la disciplina operativa, el objetivo de llegar con fruta en condición premium a la ventana clave del calendario chino estará al alcance.

Mantente al día con la logística portuaria y el comercio exterior: Visita el Directorio de Empresas, suscríbete a nuestro newsletter y síguenos: Síguenos en X · Síguenos en Instagram · Síguenos en Facebook · Síguenos en LinkedIn.
Fuentes consultadas:
  • Comunicaciones del Puerto de San Antonio (temporada de fruta, ventanas de zarpe y operación reefer).
  • Informes estacionales del Comité de Cerezas y ASOEX (tendencias de demanda y ventanas comerciales en China).
  • Servicio Nacional de Aduanas y SAG (procesos de inspección y certificación fitosanitaria).
  • Programaciones públicas de navieras en la ruta Asia–Costa Oeste de Sudamérica (tiempos de tránsito y rotaciones).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Preferencias de cookies